El restaurante de Tánger donde se reúnen Felipe González y la vieja guardia del PSOE

Nada más poner un pie dentro de la medina, un anciano encorvado, con chilaba gris y sandalias ajadas, se acerca con un puñado de collares rojos. «Coral auténtico, buen precio. 200 dirhams». Insiste hasta que consigue vender un par de ellos, tras una agotadora conversación, en la que se regatea hasta el último céntimo. A 46 kilómetros al sur de Tánger y a unos 110 de Ceuta, se encuentra Asilah, un municipio costero que aún no ha sido devorado por el turismo masivo como otros rincones de Marruecos. Bañado por la costa Atlántica, y llamado Arcila durante los 44 años de dominio español, cuenta con una población de alrededor de 30.000 habitantes. Su luz y sus playas inspiraron a Paul Bowles, Antonio Gala o Jimi Hendrix.

Paseando por su laberinto de calles empedradas y paredes azules, uno se empapa del arte callejero con unos coloridos murales, donde no faltan las pintadas a favor de Palestina. En el corazón del zoco, se vende prácticamente de todo, desde babuchas a alfombras o bisutería. Y cuando un español pregunta por un restaurante para reponer fuerzas, la respuesta se esconde en la parte moderna de la ciudad.

Todos conocen Casa García, cuya historia se remonta a 1916, cuando el abuelo del actual dueño, Antonio García, llegó a Marruecos desde Jerez como representante de González Byass, durante el protectorado español. En Tánger, conoció a su mujer, también española; Antonia Riquelme. De ese matrimonio nació su hijo, también Antonio, en Asilah, quien se casó con una mujer nacida en Nador. Ellos abrieron el restaurante, que hoy lleva su hijo Antonio, y que cambió varias veces de ubicación, hasta llegar a la actual, a escasos metros del paseo marítimo. Por sus mesas resulta habitual ver a la vieja guardia del PSOE tomando unas raciones de marisco y pescados.

El expresidente Felipe González es uno de los clientes asiduos y gran amigo de Antonio García, con el que suele fotografiarse. También han pasado por allí el exministro José Bono o el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Y en el pasado, otros muchos rostros conocidos como Isabel Preysler, Carmen Martínez-Bordiú, Bibiana Fernández, Loles León, Boris Izaguirre, o Ana Duato. En el plano internacional el gran Francis Ford Coppola o Roman Polanski.

Antonio García cuenta con una clientela muy fiel a la que trata como familia. Un hombre dicharachero y orgulloso de sus orígenes, con España en el corazón.

El establecimiento cuenta con una carta que destaca por el pescado y el marisco. No faltan las angulas, las cigalas o el bogavante. En los entrantes, ofrecen croquetas, calamares o ensaladilla. Entre los platos principales, destaca el lenguado. También sirve con éxito arroces y fideuá. Para él lo más complicado es conseguir el producto. Siempre está pendiente de lo que llega a los puertos de Casablanca, Tánger o Tetuán. De lo más difícil de encontrar es el mejillón.

La decoración del local es de estética marinera con mapas cubriendo las paredes y un timón como lámpara. Los manteles blancos impolutos y perfectamente planchados visten las mesas. Antonio García es feliz con su negocio y su equipo de jóvenes camareros marroquíes que atienden a la clientela. Sabe que su futuro está en Asilah. Inshallah.