Juan Del Val y Nuria Roca, en los Premios Planeta 2025, en Barcelona
Juan de Val, el escritor que no pasó de EGB, nacido en familia humilde y que forma un poderoso matrimonio con Nuria Roca
Con el tiempo, su pluma lo llevó a la televisión: primero como guionista de El Hormiguero y más tarde como uno de sus rostros habituales
Juan del Val: «No deberíamos aplaudir a políticos como Sánchez que el que opina diferente a él es el enemigo»
Juan del Val ha conquistado el Premio Planeta 2025 con Vera, una historia de amor, reivindicando que «la literatura debe ser algo popular». El escritor y comunicador madrileño se llevó el galardón, dotado con un millón de euros, con un discurso sincero y emocionado. Tras agradecer a sus padres y a sus tres hijos, se detuvo unos segundos para dedicar el premio a su esposa, Nuria Roca: «Este premio es para una persona que es Nuria, porque sin ti nada sería posible, sin ti nada tiene sentido. Eres mi vida. Te quiero».
Nacido en Madrid en 1970, Del Val es un caso atípico en la literatura española. Sin estudios universitarios -«no pasé de la EGB», suele decir-, trabajó como albañil a los 17 años antes de inventarse periodista taurino «por osadía y mentira». Se coló en El Independiente, donde escribió durante una década, y después pasó por RNE, Clarín, 6Toros6 y la revista Man. Con el tiempo, su pluma lo llevó a la televisión: primero como guionista de El Hormiguero y más tarde como uno de sus rostros habituales. Desde entonces, su verbo directo y su ironía han convertido cada intervención en una cita esperada.
El escritor Juan del Val, tras ganar el premio Planeta con la obra 'Vera'
Con Vera, culmina una trayectoria literaria que ya había brillado con Candela (Premio Primavera) y Delparaíso. Él mismo admite que escribe «por necesidad más que por vocación», y lo hace siempre de madrugada, en pijama viejo y despeinado.
Pero si algo explica quién es, es su historia con Nuria Roca. Corría 1998 y trabajaba en Man cuando la vio en televisión por primera vez. «No sabía ni cómo se llamaba, pero llamé al director para decirle que había que entrevistarla», ha contado. Aquella joven valenciana de 26 años comenzaba a despuntar en Waku Waku. Durante semanas intentó contactar con ella sin éxito, hasta que un día decidió presentarse en Televisión Española, donde grababa un especial de Nochevieja junto a Ramón García y Celia Cruz. «Cuando la vi en el escenario, pensé que era la mujer más guapa que había visto en mi vida», recuerda. Se acercó, se presentó y le propuso hacer la entrevista allí mismo. Ella, amable pero con prisa, respondió que debía ir al aeropuerto. Él improvisó: «Dile al taxista que ya tienes coche». Aceptó y subió a su vehículo, un coche tan sucio que -según el propio autor- le hizo perder tres vuelos. «La entrevista se alargó… y hasta ahora». Dos años después, el 6 de octubre de 2000, se casaban en El Puig, Valencia. Desde entonces han pasado más de 25 años y han nacido tres hijos; Juan, de 23; Pau, de 19, y Olivia, de 15-.
Nuria Roca y Juan del Val, con sus hijos
Su día a día es una mezcla de amor, trabajo y complicidad. No solo comparten matrimonio, también proyectos, platós, micrófonos y páginas. En El Hormiguero debaten y se pican con la misma química que muestran en casa; en La Roca, ella modera mientras él provoca, y fuera de cámaras siguen escribiendo juntos porque comparten dos novelas. Esa convivencia total -profesional y personal- podría ser asfixiante para muchos, pero en ellos se ha convertido en combustible. Se admiran, se desafían y se acompañan. Son matrimonio, pero también equipo, espejo y, en cierto modo, materia prima del otro.
Hablan abiertamente sobre temas como la fidelidad o el poliamor, polémicas que afrontan con naturalidad. «Es importantísimo que tu pareja te guste. Querer se da por hecho, pero hay que admirarse y divertirse», dice Roca. Él, por su parte, defiende que la fidelidad «no es lo esencial en una relación». Viven en una amplia casa de Pozuelo de Alarcón, una de las zonas residenciales más exclusivas de Madrid.
Juan del Val, en El Hormiguero
Detrás del personaje mediático hay también un hombre con memoria y raíces firmes. Del Val suele recordar que procede de una familia humilde, «que no llegaba ni a clase media», y que es nieto de republicanos. Su abuelo paterno pasó nueve años en prisión por socialista y el materno, dos en un campo de concentración. Por eso, cuando le cuestionan su ideología o su falta de simpatía hacia Pedro Sánchez, responde con contundencia que no admite lecciones de izquierdismo de nadie.
Así las cosas, su discurso político es tan frontal como su escritura. De Pedro Sánchez dice que «es guapísimo, pero sin principios»; de Yolanda Díaz, que «es plana»; y de Isabel Díaz Ayuso, que «provoca el enfrentamiento». En cambio, confiesa simpatía por Juanma Moreno: «Siempre he sido votante de izquierdas, pero ahora no puedo votar a esta izquierda. Estoy deseando que Sánchez se vaya para volver a hacerlo».