Periodistas agolpados a las puertas de la Abadía Retuerta, este sábado, ante la boda de la hija de Antonio Banderas
Expectación y secretismo en el pequeño pueblo vallisoletano donde la hija de Banderas protagoniza la boda del año
El hollywoodiense enlace de Stella del Carmen sacude la normalidad de Sardón de Duero, donde está una blindada Abadía Retuerta, el enclave perfecto para huir de los focos
Centenares de metros de viñedos separan los ojos curiosos de la lujosa Abadía Retuerta LeDomaine, donde este sábado se casa la hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith, Stella del Carmen Banderas, con Alex Gruszynski. Este viernes ya se podían ver varias carpas blancas en el exterior de esta abadía del siglo XII reconvertida en un hotel cinco estrellas con servicio de mayordomía personalizado.
Banderas, que aterrizó en un avión privado el miércoles en el aeropuerto de Villanubla, junto a la capital vallisoletana, se ha implicado en el enlace de su única hija, que ha escogido este lugar, a pocos kilómetros de Sardón de Duero, un pequeño pueblo de algo más de 600 habitantes, precisamente para huir de los focos.
La preboda, celebrada el viernes en el cercano Monasterio de Valbuena, hoy un balneario, también de lujo, y sede de la Fundación Las Edades del Hombre, contó con gran expectación mediática y relativo interés entre los vecinos. Decenas de ellos se acercaron por la tarde hasta el exterior del inmueble, aunque se quedaron con las ganas de ver a las estrellas de Hollywood y de otros personajes célebres como el cantante de Coldplay, Chris Martin y su expareja, la actriz y medio hermana de Stella, Dakota Johnson.
Antonio Banderas pasea con su perro, este sábado, antes de la boda de su hija, en Sardón de Duero (Valladolid)
Este sábado, la idiosincrasia del lugar del envite ha propiciado que la afluencia de vecinos sea menor. Y es que este enclave está flanqueado por la carretera N-122Cy por el río Duero, lo que, junto al paisaje llano típico castellano, hace que sea muy difícil ver nada más allá del trasiego de vehículos que entran y salen de la finca.
! ¡Lo teníamos delante y no nos hemos enterado!
Ello no ha impedido que algún transeúnte se encontrara con el actor, aunque sin darse cuenta. «¡Qué pena haberlo visto y no haberlo podido saludar por no reconocerlo! ¡Lo teníamos delante y no nos hemos enterado!», se lamentaba una mujer en un bar de este pequeño e inadvertido pueblo que estos días ha visto rota su normalidad por este enlace de alto copete que está siendo la comidilla en el pueblo.
El Debate ha encontrado al popular actor en las inmediaciones de la Abadía Retuerta LeDomaine, fuera del recinto, al otro lado del río Duero, mientras paseaba a su perro. El intérprete ha accedido a charlar brevemente y a posar con este periódico antes de regresar rumbo a la finca que alberga la boda de su única hija.
