Nadia Calviño, en la presentación de su libro Dos mil días en el Gobierno
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La vida personal de Nadia Calviño: del acoso a su familia a sus gustos musicales
Hija de José María Calviño, madre de cuatro y apasionada de Amaral, la exvicepresidenta del Gobierno vivía una vida paralela lejos del BOE
Antes de llegar al Ministerio de Economía, Nadia Calviño había construido una carrera muy sólida: doce años en la alta función pública del Estado y otros doce en la Comisión Europea, donde dirigió áreas clave de competencia, regulación financiera y política presupuestaria. En 2018 Pedro Sánchez la incorporó a su Gobierno y, en 2020, reforzó su peso como vicepresidenta económica. Incluso llegó a postularse para presidir el Eurogrupo, siendo la única mujer candidata.
Hoy es presidenta del Banco Europeo de Inversiones. Ahora publica Dos mil días en el Gobierno, un libro que, lejos de ser solo un balance técnico de su gestión entre 2018 y 2023, revela la vida privada que siempre mantuvo oculta. Más allá de la pandemia, la guerra o la crisis energética, muestra una faceta íntima que desmonta la imagen fría e imperturbable que proyectó durante su mandato.
La narración comienza el 2 de junio de 2018, una tarde aparentemente tranquila en la que se preparaba para ver una película con su familia. El teléfono sonó, ella miró la pantalla, se levantó sin dudar y respondió con un solemne «Presidente». Su familia la apoyó desde el primer instante, aunque el shock les duró días. Nadie podía prever que ese momento marcaría el inicio de una etapa en la que su casa se convertiría en un territorio emocionalmente frágil.
Mientras para la opinión pública era «la ministra tranquila que siempre sonríe», una sonrisa que según ha explicado decidió mantener durante la pandemia para transmitir calma cuando todo se tambaleaba, dentro de su hogar la realidad era completamente distinta. Se enfrentaban a escraches casi diarios, insultos que llegaban desde la calle, mensajes con amenazas dirigidas a sus hijos y una sensación permanente de vulnerabilidad.
Nadia Calviño junto a Luz Casal en el festival O son do Camiño
Y aun así, bajo esa capa de control absoluto, existe una mujer sorprendentemente cercana. Ella misma ha confesado que le encanta Amaral, que se emocionó en un concierto de Luz Casal donde incluso se hizo fotos como una fan más, que escucha Estopa sin pretensiones y que disfruta del jazz cubano como en el recital de Alfredo Rodríguez al que acudió discretamente.
Casada con un economista
En el terreno personal, está casada con Ignacio Martínez de Lara, un economista con amplia experiencia internacional que actualmente es director de operaciones en una empresa belga de inteligencia artificial. Juntos han criado a cuatro hijos, una proeza teniendo en cuenta la agenda absorbente de ella. Una de sus hijas, Alina, trabaja en el Parlamento Europeo y celebró su boda en 2024 en una ceremonia discreta pero elegante en la finca El Lavadero de Lanas, junto al embalse de Proserpina, cerca de Mérida.
Nadia Calviño acaba de publicar un libro basado en sus experiencias en el Gobierno
Hija de un exdirector de RTVE
Aunque nació en La Coruña en 1968, creció en Madrid desde los cinco años, donde estudió en el prestigioso Colegio Estudio, un entorno exigente en el que sus notas nunca bajaron del sobresaliente. Después llegaron sus dos carreras, Económicas en la Universidad Complutense y Derecho en la UNED. Para mantenerse trabajó como intérprete y más adelante como profesora asociada, antes de lanzarse a las oposiciones del Cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado, que aprobó con brillantez.
En 1998 ya era subdirectora de Análisis Macroeconómico del Ministerio de Economía. De su padre, José María Calviño, quien fue director general de RTVE en los años ochenta, heredó la disciplina y el temple ante el escrutinio público. De su madre, pianista y profesora de piano, tomó el oído musical, las horas de solfeo y aquellas piezas que tocaban juntas «a cuatro manos».