Los murales del pintor realista Diego Rivera eran considerados como una expresión de la leyenda negra en América por el historiador americano Philip Powell
Hace 100 años en El Debate
17 de diciembre de 1921: cuando se denunciaba la Leyenda Negra sobre España
Hace 100 años, España tenía que hacer frente a la leyenda negra, la propaganda que se extendió por toda Europa contra España a partir del siglo XVI, cuando el Imperio español abarcaba territorios tan extensos que «nunca se ponía el sol», según Felipe II.
En El Debate de 17 de diciembre de 1921 se daba a conocer la imagen tan negativa que tenían de España los estadounidenses y que sentenciaban de la siguiente manera: «cierran las puertas de la nación a todo lo que significa progreso, civilización, ciencias, artes, libertades humanas, industrias, etc., bien avenidos con su atraso medieval, viven en la incultura y en el embrutecimiento más absurdo».
Esta propaganda antiespañola llegó a Estados Unidos en el siglo XIX en el los españoles eran considerados crueles, fanáticos, codiciosos y arrogantes. Una imagen que se fue expandiendo debido a la rivalidad política, religiosa y comercial durante el siglo XVI entre Inglaterra y España y la propaganda protestante.
Según El Debate de 1921, las colonias norteamericanas y más adelante los Estados Unidos utilizaron esa Leyenda Negra como arma para luchar contra España y conseguir una hegemonía. Así, esta difusión de una imagen falsa les dio razones a los norteamericanos para justificar su apoyo en la independencia de las colonias latinoamericanas, la proclamación de la Doctrina Monroe de 1823 o su intervención en la guerra contra Cuba en 1898.
La Leyenda Negra sirvió a Estados Unidos para crear su propia identidad acosta de imponer un «nosotros» contra un «ellos». De esta forma, España era una monarquía católica, intolerante y antidemocrática, mientras que la nueva nación norteamericana era una república liberal y democrática. Los españoles debían su pobreza a su ignorancia y afán de lujo, mientras que los estadounidenses era una nación trabajadora y con un debido carácter económico.
Esta imagen negativa de los españoles se transmitió a través de la prensa y muchos de los principales historiadores americanos, como William H. Prescott, escribieron la historia de España teñida de esa Leyenda Negra.