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24 de abril de 2024

Fotografía de Nadezhda Krúpskaya hacia 1890

Fotografía de Nadezhda Krúpskaya hacia 1890

La historia de Nadezhda Krúpskaya: mucho más que «la esposa y compañera de Lenin»

Dedicó toda su vida a su marido, Vladímir Lenin -primer y máximo dirigente de la URSS-, a la revolución y a la construcción de una nueva sociedad. Fue nombrada directora de la Comisaría de la Educación, convirtiéndose en la primera mujer ministra de educación en la historia

Nadezhda Krúpskaya nacida el 26 de febrero de 1869 en San Petersburgo conoció las ideas revolucionarias gracias a su padre, un oficial que provenía de una familia noble arruinada al igual que su madre que trabajó de institutriz. Ambos pertenecían al círculo de jóvenes intelectuales rusos que no se conformaban con el ambiente sofocante y conservador de su época y, aunque no formaban parte de ningún círculo revolucionario, compartían las ideas de «La Voluntad del Pueblo» una organización populista que se oponía abiertamente al régimen monárquico, acudiendo al sabotaje y a los asesinatos políticos.

La enseñanza como vocación

La joven logró estudiar para profesora, oficio que ejerció dando alguna clase cuando quedó huérfana de padre a los 14 años descubriendo su vocación: la enseñanza. Los padres de sus alumnos -algunos tenían casi la misma edad que ella- quedaron sorprendidos por su talento pedagógico, por su capacidad para despertar el interés por los estudios y por la originalidad de su metodología, tan diferente a la de los colegios oficiales. Nadezhda llegaría a escribir en sus memorias: «Millones de personas en Rusia viven absortas por las tinieblas del analfabetismo, y me siento feliz cuando al menos una docena de ellas aprenda a leer y escribir. ¡No, no voy a descansar hasta que sean millones!»
En 1890 abandonaría sus estudios en los Cursos Superiores Femeninos Bestúzhev en San Petersburgo debido al ambiente deprimente y sofocante por la constante censura que reinaba en las aulas de clases. Ahora entraría a trabajar como maestra en una escuela nocturna para obreros de un suburbio de la capital, además ingresaría también en la Liga de la Lucha por la Liberación de la Clase Obrera, una organización política de carácter socialdemócrata, creada a base de los antiguos círculos marxistas, cuyos miembros, en su mayoría universitarios y jóvenes intelectuales, habían optado por abandonar la táctica propagandista y terrorista de sus antecesores.
Su lucha iba encaminada a involucrar en la lucha revolucionaria amplias masas de trabajadores por medio de la distribución de literatura marxista y organizando huelgas políticas en fábricas y talleres. En una de las reuniones de la Liga, Nadezhda conoció a su líder, el joven jurista Vladimir Ilich Uliánov, el futuro Lenin.

Una boda en el exilio

Si su unión fue causa del amor o simplemente por un intereses en la lucha política es una cuestión en la que difieren muchos de sus respectivos biógrafos. Lo cierto es que Lenin le pediría matrimonio mientras ambos permanecían encarcelados y se casarían en 1898, cuando los dos fueron exiliados a Siberia Oriental, en una ceremonia ortodoxa e iniciaron su vida familiar en una pequeña aldea siberiana en la que permanecerían durante tres años. Poco después de la boda, ella quedaría embarazada, pero el grave trastorno hormonal que padecía no le permitió llevar su embarazo a término. Nadezhda no volvió a quedarse embarazada nunca más. Aquello generó diversos rumores acerca de la vida íntima de «la primera pareja de la Revolución» contribuyendo a la teoría de la falta de amor y carácter formal de su matrimonio, pero Krúpskaya escribiría en sus memorias que «el hecho de que no describo en estas páginas nuestros momentos románticos ni la ardiente pasión juvenil no significa en absoluto que no los tuviéramos en nuestra vida».
Krúpskaya junto a Lenin, convaleciente del infarto cerebral de mayo de 1922

Krúpskaya junto a Lenin, convaleciente del infarto cerebral de mayo de 1922

Privada de maternidad, Nadezhda dedicó su vida por completo a su esposo y a su trabajo. En el exilio escribió su primer texto titulado La mujer trabajadora, en el que expresó, desde una visión marxista, su opinión sobre el nuevo rol de la mujer en la familia, la educación y la sociedad. Cuando la Liga de la Liberación de la Clase Obrera había sido derrotada y Lenin comenzó a liderar una rama más radical que se convertiría más tarde en el Partido Bolchevique o Comunista, Krúpskaya sería la mano derecha de su esposo, su secretaria y su colaboradora más fiel. Tanto en el exilio siberiano como en la emigración en Múnich, Londres y Ginebra, Nadezhda se encargó de manejar el enorme volumen de correspondencia y prensa rusa y europea para analizar los temas y redactar sus propios artículos. Aunque su enfermedad (un grave trastorno autoinmune de la tiroides) no cesó su trabajo. Trabajó como profesora en la escuela de preparación de los futuros revolucionarios en Longjumeau, cerca de París; dirigió varios diarios políticos y continuó escribiendo sus propios artículos donde hablaba sobre la problemática de la pedagogía y la educación. Defendía la educación mixta, la abolición de todo tipo de restricciones para la educación femenina, un alto grado de autonomía para los colegios, así como la importancia de introducir la ética laboral en todos los programas académicos y de inculcar a los estudiantes el respeto por cualquier tipo de trabajo.
Krúpskaya, segunda por la izquierda, junto a Lenin, en una de sus escasas apariciones ceremoniales junto a este como «primera dama»

Krúpskaya, segunda por la izquierda, junto a Lenin, en una de sus escasas apariciones ceremoniales junto a este como «primera dama»

«La mejor amiga de todo niño soviético»

A pesar de la relación amorosa y pública que Lenin mantuvo con Inessa Armnad, ella nunca reprobó la infidelidad de su marido ya que consideraba que cualquier manifestación de celos no era más que uno de tantos «prejuicios burgueses». En público, las dos mujeres se comportaban con mucho respeto mutuo, ya que creían que los problemas personales no deberían afectar la causa común. Aquella relación continuó incluso después de la Revolución de Octubre (1917), cuando Lenin se convirtió en el líder del nuevo Estado soviético. Las dos seguían siendo sus fieles colaboradoras, trabajando casi sin descanso: Inessa como la directora del Departamento de Mujeres Trabajadoras y Campesinas del Comité Central del Partido Comunista y Nadezhda en la Comisaría de la Educación, convirtiéndose en la primera mujer ministra de educación en la historia.
Cartel soviético en favor de la alfabetización

Cartel soviético en favor de la alfabetización

En 1924, a la muerte de su esposo, con quien había compartido 25 largos años de vida y lucha, el trabajo se convirtió en su única razón de ser. Realizó mucho por el desarrollo del movimiento femenino, el periodismo, la literatura y sobre todo, por la educación. «Krúpskaya es la mejor amiga de todo niño soviético», rezaba una de las pancartas de la época y lejos de ser una exageración, Nadezhda se convirtió en una especie de «abuela común» para todos los niños de su país. Siguió escribiendo sobre pedagogía y educación; defendió la libertad e conciencia delos profesores, se opuso a la censura de los autores considerados «burgueses» y «contrarrevolucionarios». Sin embargo, a pesar de su obra completa, en su mayoría artículos de pedagogía, su inteligencia, talento y autosuficiencia quedaron eclipsados u olvidados por el título de «la esposa de Lenin».
Por una parte, aquel estatus parecía otorgarle una posición importante y un gran respeto dentro de la sociedad; por el otro, podría ser considerado como una muestra de desprecio hacia la posición personal, política y social de Nadezhda. «El Partido Comunista no valora a Nadezhda Krúpskaya por la grandeza de su personalidad sino por ser la amada esposa y compañera de nuestro gran Lenin», fueron las palabras que pronunció Stalin desde la tribuna con motivo de la conmemoración del décimo aniversario de la muerte de Lenin y muestra muy bien la posición en la que quedó encajonada Krúpskaya en la sociedad rusa de los años treinta cuando fue mucho más que «la esposa y compañera de Lenin».
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