Catedral Metropolitana de la Ciudad de México
Hallan un tesoro oculto en la cúpula de la catedral de México: 23 cajas con reliquias religiosas
Una vez que se terminen de analizar los hallazgos se prevé que las cajas vuelvan a ser colocadas y cerradas en los nichos para su resguardo
Durante los trabajos de restauración de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, dañada por el fuerte sismo de 2017, los trabajadores encontraron una veintena de pequeñas cajas de plomo en una especie de nicho instalado en la cúpula central con objetos religiosos en su interior, informó el viernes el gobierno. Sin embargo, la peculiaridad de este descubrimiento es que –según han podido confirmar los especialistas– al menos una de esas cajas ya había sido encontrada hace más de 200 años, pero fue colocada de nuevo en el interior de la cúpula con una nota manuscrita en su interior.
El descubrimiento tuvo lugar el 30 de diciembre, según explicó Arturo Balandrano Campos, director general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura federal en la conferencia matutina del presidente de México. Al realizar el aplanado en la cúpula hizo que se desprendiese una de las baldosas de barro que cubría un nicho orientado al norte donde los trabajadores encontraron una caja rectangular de plomo con inscripciones en latín.
A este hallazgo le siguieron otros con algunas inscripciones de nombres de santos o seres divinos. En su interior custodiaban pinturas –una por ejemplo de Santa Teresa–, cruces de manera y palma y fragmentos de posibles medallones de barro y cera. Balandrano Campos ha calificado este descubrimiento de «emocionante» y que nos habla de «la época final de la construcción de la catedral, culminada por el arquitecto Manuel Tolsá». Además, explica que, según la hipótesis de los investigadores y teólogos de catedral, estas cajas «contienen imágenes de los santos protectores que tienden un manto de protección al recinto catedralicio» de la ciudad de México. Una vez que se terminen de analizar los hallazgos se prevé que las cajas vuelvan a ser colocadas y cerradas en los nichos para su resguardo.
Los expertos destacan una de las cajas donde han encontrado una nota que hacía referencia a su hallazgo hace dos siglos y escrita probablemente por los pintores que intervinieron en la catedral y que formaban parte del equipo de trabajo del arquitecto Manuel Tolsá encargado de la parte final del templo. La nota manuscrita enumera los nombres de pintores y albañiles y dice que esas personas «cuando se pintó esta cúpula, año de 1810, encontraron estas reliquias de su santidad Juan Bautista. Rogad a Dios por sus almas, por amor de Dios». En el escrito también se informaba de que en ese momento el virrey era el arzobispo Francisco Javier de Lizana y Beaumont; en España gobernaba el Rey Fernando VII y en Francia lo hacía Napoleón Bonaparte.
La catedral de la Ciudad de México se construyó entre 1573 y 1813 sobre el Templo Mayor que era el centro espiritual de Tenochtitlán, la capital del Imperio azteca que cayó en manos de los conquistadores españoles en 1521. Hoy se levanta en un lateral de la principal plaza de México, el Zócalo, un espacio donde son habituales los hallazgos arqueológicos cada vez que se hacen obras.
Durante la conquista fue habitual que los españoles construyeran sus iglesias sobre templos prehispánicos con la intención de desplazar a los dioses aztecas. Pero los arqueólogos tampoco descartan que las razones fuesen por fines prácticos ya que los templos prehispánicos tenían buenos cimientos, muros y pisos que los españoles podían reutilizar.
El sismo que se produjo en septiembre de 2017 de una magnitud de 7,1 provocó la muerte de más de 360 personas, así como el destrozo de las dos torres y cúpulas de la catedral. El director general de la Secretaría de Cultura agregó que en las últimas labores en el templo se tendieron los pilotes que mantienen la estabilidad de la estructura, se ha retirado toda la flora parásita que crece en las juntas de las piedras y se ha rehabilitado el pararrayos y todo el sistema eléctrico para evitar chispazos o incendios como los ocurridos en el pasado.
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