La Peste de Atenas por Michael Sweerts
Picotazos de historia
La viruela: el mayor asesino de la Historia
Se estima que sólo en el siglo XX, el siglo de su erradicación, mató a unos trescientos millones de personas
No se tiene la certeza de cuando surgió, pero la primera evidencia la encontramos en Egipto en el 1.500 a. C. y desde entonces su letalidad se hizo proverbial. Se calcula la mortalidad en torno al 30% de los casos, los que sobrevivían quedaban marcados de por vida con las cicatrices que dejaban, eso si eran afortunados y no les dejaba, además, ciegos. Les estoy hablando de la viruela. La que, tal vez, sea la enfermedad que más victimas mortales se ha cobrado a lo largo de la historia. Se estima que sólo en el siglo XX, el siglo de su erradicación, mató a unos trescientos millones de personas.
Tal vez sea la enfermedad que más victimas mortales se ha cobrado a lo largo de la historia
Se ha especulado que los comerciantes egipcios la trajeron de la India, ya que existen textos bráhmicos y védicos – anteriores al 1500 a. C.– que describen los síntomas. Modernos análisis forenses encontraron el virus en la momia de Ramsés V (1122 a. C.). Se ha especulado que la famosa peste de Atenas del año 430 a. C., que devastó la polis y, entre otros, se cobró la vida de Pericles, pudo ser la viruela. También fue la causante de que los cartaginenses levantaran el asedio a la ciudad de Siracusa ( 396 a. C.) o la Plaga Antonina de los años 165 – 180 d. C. En el 450 d. C. tenemos a san Nicasio de Reims, quien contrajo la viruela y sobrevivió para ser asesinados por los vándalos. Se le considera el santo patrón y protector de los enfermos de viruela.
Dibujo en el Códice Florentino reflejando el impacto del mal entre los indígenas mesoamericanos
Con el descubrimiento de América el virus cruzó el océano y se encontró con un continente que carecía de defensas. Hay constancia documental de que los colonos y oficiales ingleses repartieron mantas infectadas con viruela para «limpiar» tierras susceptibles de ser colonizadas. En 1789 lo encontramos en Australia donde será la principal causa de defunción entre la población aborigen hasta el último cuarto del siglo XIX.
Vacuna contra la viruela
La primera noción de vacuna contra la viruela nos vino por medio de Lady Mary Montagu, hija del primer duque de Kingston. La señora acompañó a su marido cuando fue destinado a la corte del sultán y observó que los circasianos se inoculaban la enfermedad por medio de agujas impregnadas con pus de las heridas de vacas infectadas. Ya en Inglaterra hizo inocular a su familia y promocionó su uso. Esta señora antecedió al verdadero padre de la vacuna: Edward Jenner ( 1749 – 1823).
Aquí tuvimos a Don Francisco Javier Balmís y Berenguer que dirigió la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna o Expedición Balmís, cuyo objetivo era llevar la vacunación a todos los rincones del Impero español. La expedición fue autorizada y financiada por el Rey Carlos IV.
Durante la segunda mitad del siglo XX la OMS fijó como objetivo prioritario la erradicación de la viruela, iniciándose una fuerte campaña que contó con el apoyo de todos los gobiernos. El último caso de viruela contraída de manera natural se dio en Somalia en el año 1977. Al año siguiente se produjo un contagio debido a un accidente de laboratorio en Gran Bretaña. El infectado falleció a los pocos días.
Hoy sólo quedan muestras de esta terrible enfermedad en el Centro para el Control de Enfermedades de Atlanta (EE.UU.) y en el Centro Estatal de Virología de Nobosibirsk (Rusia). La humanidad ha perdido la inmunidad al virus, trabajosamente adquirida a lo largo del tiempo. Lo que es peor, ha perdido la memoria genética. Si por cualquier motivo se liberara una de las muestras que se guardan, la humanidad se encontraría indefensa.
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