Fundado en 1910

02 de mayo de 2024

Roald Amundsen en Svalbard en 1925

Roald Amundsen en Svalbard en 1925

El día que Roald Amundsen anunció haber alcanzado el Polo Sur

Teniendo en cuenta esto, decidió cambiar de planes y conquistar el Polo Sur. Esta aventura la guardó en silencio, para que nadie se le pudiera adelantar

Roald Amundsen fue el primer hombre en llegar al Polo Sur un 7 de febrero. Tuvo la destreza de hacerlo primero, pues paralelamente había una expedición liderad por el inglés Robert Falcon Scott, que con su expedición Terra Nova, quería conseguir el mismo objetivo que Amundsen. El hecho significativo es que Scott y sus cuatro compañeros de expedición murieron cuando regresaban al campo base.
En un primer momento la idea de Amundsen era conquistar el Polo Norte. Sin embargo, en 1909 lo hicieron, antes que él, los norteamericanos Frederick Cook y Robert Peary. Teniendo en cuenta esto, decidió cambiar de planes y conquistar el Polo Sur. Esta aventura la guardó en silencio, para que nadie se le pudiera adelantar. Sin saberlo, dos expediciones, la de Amundsen y la de Cook, se preparaban para llevar a cabo la misma aventura.
El navío Fram en la Antártida

El navío Fram en la Antártida

Viajó con el barco llamado Fram hasta las islas Madeira. Allí les contó a sus hombres que su intención era conquistar el Polo Sur. Les preguntó si estaban dispuestos a seguirlo y todos respondieron afirmativamente. Desembarcaron en la bahía de las Ballenas. Durante la expedición descubrió el glaciar Axel Heinberg, que se convirtió en una pieza clave para regresar al campo base.

La carrera por la conquista del Polo Sur

Si Amundsen y Scott llegaron, por así decirlo, con las mismas condiciones, en la misma época y ambos tenían el mismo objetivo. ¿Por qué uno triunfó por encima del otro? Varias fueron las claves del éxito de Amundsen.
En primer lugar se anticipó a Scott viajando hacia el Polo Sur cuatro días antes que su adversario. Asimismo envió un telegrama al Rey Haakom de Noruega y a Scott cuando ya estaba de viaje. Con lo cual les informó de sus propósitos, aunque tarde para que alguien le pudiera tomar la delantera.
Amundsen tenía experiencia en este tipo de expediciones. Sabía cómo dominar los esquíes y los trineos. Escogió 52 perros de gran calidad para tirar de los trineos. Scott, por su parte, quiso combinarlos con ponis siberianos. Poco después de iniciar el viaje, debido a la no aclimatación, tuvo que sacrificarlos. Y no nos debemos olvidar de las personas que lo acompañaron, que también tenían una experiencia previa muy importante para que se consiguieran los objetivos deseados por Amundsen.
Mapa con las rutas seguida por Amundsen (en rojo) y Scott (verde)

Mapa con las rutas seguida por Amundsen (en rojo) y Scott (verde)

Escogió la ruta más corta. Aunque era la más peligrosa, es la que utilizó para llevar a cabo su proeza. El descubrimiento del glaciar Axel Heiberg los ayudó en su ruta hasta la meseta Antártica para, desde allí, conquistar el Polo Sur. Amundsen consiguió clavar la bandera noruega. Al cabo de 34 días lo hizo la expedición de Scott. No tuvo la misma suerte que el noruego y, antes de llegar al campamento base, todos los integrantes de aquella expedición, perdieron la vida. Tardaron 6 meses en poder recuperar los cuerpos, que decidieron dejarlos allí enterrados. Esa muerte ensombreció el éxito de Amundsen e, incluso, se le criticó por su hazaña, pues tofos pensaron que iba al Polo Norte, cambiando de idea y dirigirse al sur.
Respecto a Scott, cuando supo que Amundsen había llegado antes que él escribió «¡Dios mío! Es un lugar espantoso y más para nosotros que hemos sufrido horrores para llegar hasta aquí sin obtener la recompensa de ser los primeros». Por su parte Amundsen escribió «seguramente nunca un hombre se ha enfrentado, como me pasaba a mí, al hecho de haber alcanzado algo diametralmente opuesto a aquello con lo que ha soñado. Las regiones del Polo Norte –sí, el mismísimo Polo Norte– me habían atraído desde mi juventud, y heme aquí, en el Polo sur. ¿Cabe imaginar mayor despropósito?».
Amundsen junto a los miembros que integraron la expedición. Se puede ver la tienda erigida con la bandera de Noruega

Amundsen junto a los miembros que integraron la expedición. Se puede ver la tienda erigida con la bandera de Noruega

Las exploraciones de Amundsen no acabaron aquí. En 1918, con el barco Maud inició una nueva expedición. Aquella acabó en fracaso. En 1925 intentó llegar al Polo Norte con aeroplanos. A 250 kilómetros de conseguir su objetivo, tuvo que dar la vuelta. Como él mismo dijo «el Polo no vale una vida». Volvió a intentarlo en 1926. Esta vez lo intentó con el ingeniero Umberto Nobile y un dirigible. Esta vez sí que lo consiguió. Amundsen se convirtió en el primer hombre que ha estado en los dos polos.
Las alegrías duraron poco tiempo y más con un personaje como él, que disfrutaba con el riesgo y la aventura. Nobile sufrió una avería y estaba e algún lugar del Polo Norte. No se lo pensó dos veces y decidió ir a su rescate. La última vez que se le vio con vida fue el 18 de junio de 1928. Aquel día, con mal tiempo, despegó con un avión francés. Nunca más se supo nada de él. Pocos días antes declaró «sólo deseo que la muerte me llegue de una forma digna, mientras cumplo una misión, rápidamente y sin dolor». Y así fue.
Donde Amundsen clavó la bandera de noruega, para tomar posesión del Polo Sur, hoy en día se levanta la base Amundsen-Scott. Está considerado el lugar más meridional habitado del planeta. Se encuentra realmente en el Polo sur geográfico, a 2.835 metros de altitud. La construyeron en el año 1956. Los datos meteorológicos registrados aportan que la temperatura más alta ha sido de -13,9º y la más baja -82,8º. Normalmente están a una temperatura media de -50º.
Comentarios
tracking