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Alejandro José Colonna-Walewski, el hijo "polaco" de Napoleón

Alejandro José Colonna-Walewski, el hijo «polaco» de Napoleón

Dinastías y poder

¿Qué pasó con el hijo «polaco» de Napoleón?

Su hijo Alejandro recibió el tratamiento de conde Walewski y más tarde destacó en la diplomacia durante el II Imperio francés

Napoleón se divorció de Josefina por no tener un hijo natural que perpetuase el Imperio. Buscaba desesperadamente un sucesor. Sin embargo, él tenía descendencia biológica con una noble de origen polaco que fue según testimonios, una de las mujeres que más le amó. Este apasionante melodrama se llevó al cine con Greta Garbo y Charles Boyer en los papeles de condesa Walewska y Napoleón. Su hijo Alejandro recibió el tratamiento de conde Walewski y más tarde destacó en la diplomacia durante el II Imperio francés.

María Walewska es el nombre de la mujer con la que Napoleón concibió un hijo antes de su «heredero» oficial. Había nacido en 1786 en Lowick, a pocos kilómetros de Varsovia y era la hija del conde nacionalista polaco y de una aristócrata. Por aquellos días la Polonia libre había dejado de existir después de la abdicación del rey electo Stanislaw Poniatowski.

El territorio iba progresivamente perdiendo su independencia por las presiones de los rusos, prusianos y austriacos. La Revolución Francesa cambió las fronteras de Europa y las ansias imperialistas de un Bonaparte proclamado emperador amenazaban, todavía más, los derechos como nación de los polacos. María recibió una educación católica e instrucción musical de Nicolás Chopin, exiliado francés y padre del gran compositor del XIX, Frédéric Chopin.

Retrato de María Walewska. Obra de Robert Lefèvre

Retrato de María Walewska. Obra de Robert Lefèvre

Pero el infortunio les golpeó con la muerte de su padre en 1794, luchando contra los rusos y la consecuente pérdida de rentas que recibían por sus tierras. La madre, al cargo de los siete hermanos, buscó una solución en un matrimonio de interés para su hija. El elegido fue Anastazy Colonna Walewski, dos veces viudo e inmensamente rico. Ella lo aceptó por esposo sabiendo que esta unión aliviaba las deudas de una familia que apenas era capaz de reparar el deplorable estado de su palacio. La boda se celebró en 1804.

La pareja se movía en los salones de la aristocracia y muchos nobles polacos empezaron a pensar en María como un buen anzuelo al servicio de sus intereses nacionalistas. En diciembre de 1806 el Ejército Imperial francés hacía su entrada triunfal en Varsovia para seguir con su marcha a Rusia. Al frente, el mismísimo Napoleón Bonaparte.

Dicen que se fijó en ella nada más verla en una recepción que se ofreció esa Nochevieja. Era el momento perfecto para hacer las peticiones patriotas de una Polonia libre. María tuvo ciertos reparos en convertirse en su amante. Su matrimonio estaba roto y no había miramientos por parte del esposo, pero a la condesa le costó asumir el papel político que le habían designado. Aunque terminaron convertidos en amantes.

Greta Garbo y Charles Boyer en una foto publicitaria de la película en la revista Modern Screen

Greta Garbo y Charles Boyer en una foto publicitaria de la película en la revista Modern Screen

En 1807 se proclamaba el Gran Ducado de Varsovia, una estructura política que reconocía los derechos de los territorios polacos dentro del marco europeo. Los rumores del idílico romance llegaron a París y Josefina amenazó con presentarse en tierras del Vístula. Pero fue María Walewska quien viajó a Francia para instalarse en un bonito caserón en el centro de la capital: estaba embarazada. El hijo se malogró, pero hubo una segunda gestación que terminó con el nacimiento de un varón. Se llamó Alejandro y recibió el tratamiento de conde Colonna-Walewski. Napoleón estaba exultante. Los rumores sobre su supuesta esterilidad quedaban desmentidos.

Pero el emperador quería descendencia legítima. No un bastardo. Napoleón había orquestado el divorcio de Josefina y empezó a maniobrar un nuevo matrimonio con una dinastía de abolengo. La única a la que no había podido batir: los Habsburgo. En 1810 se casaba con María Luisa de Austria. La novia puso como exigencia que Napoleón abandonase a la polaca.

El gabinete ministerial de Asuntos Exteriores del conde Alexandre Walewski bajo Napoleón III en 1859

El gabinete ministerial de Asuntos Exteriores del conde Alexandre Walewski bajo Napoleón III en 1859

María Valewska se estableció en Nápoles y luego volvió a Varsovia. Ahí supo que su marido había fallecido y que el emperador había sido derrotado en Leipzig. Visitó a Napoleón en su primer exilio cuando todos le dieron la espalda. Poco tiempo después, María contrajo un segundo matrimonio con el conde Philippe Antoine d´Ornaro. Con él también tuvo un hijo. Ella falleció en París en 1817, pocos días después de este alumbramiento.

El Gran Ducado de Varsovia despareció en 1814 como consecuencia del nuevo orden europeo establecido en el Congreso de Viena. Aquello en lo que María Walewska había puesto sus miras tocaba fin. Alejandro Walewski, el hijo fruto de su romance con Napoleón, desempeñó una relevante carrera diplomática al servicio de Francia en los días del II Imperio Francés. Fue incluso, embajador en Madrid. También en Nápoles y ocupó el cargo de presidente del Cuerpo legislativo. Falleció en 1868 y tuvo descendencia.

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