El presidente Vladimir Putin, en un gesto muy característico suyo durante una comparecencia pública
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Rusia amenaza con confiscar bienes de países «hostiles» en su territorio
Viasheslav Volodin, presidente de la Duma (Cámara Baja), apuntó a Estados Unidos, Lituania, Letonia y Polonia
Rusia parece estar decidida a pagar con la misma moneda de las sanciones y represalias que recibe a Occidente.
La última muestra de que lo está considerando fue la amenaza, a su manera, a los países de la OTAN de confiscar su patrimonio como hacen ellos con el de los oligarcas.
La posibilidad la deslizó en la cuenta de Telegram Viasheslav Volodin, presidente de la Duma, la Cámara Baja del Parlamento.
Tras reflexionar sobre la propuesta de Estados Unidos de liquidar el patrimonio de los empresarios rusos que se han enriquecido con Putin y entregar las ganancias al gobierno de Ucrania, escribió:
«Es justo responder con medidas similares y confiscar esos activos cuando se trata de una empresa situada en territorio ruso, cuyos propietarios son originarios de países hostiles donde se toman decisiones de esa naturaleza».
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Un renglón más allá, Volodin precisó que «el producto de la venta se destinaría al desarrollo de nuestro país».
Para despejar cualquier duda sobre qué «países hostiles» tenia en mente (él y Putin) precisó: «Lituania, Letonia, Polonia e incluso Estados Unidos», serían los primeros de la fila, si siguen sin «respetar el derecho internacional» y conitnúan «dedicándose simplemente al robo».
Como si Rusia fuera un ejemplo de respeto a la legalidad y no hubiera invadido Ucrania pidió a esos «países hostiles» que «actúen de forma civilizada» y «respeten el derecho internacional».
Las declaraciones o el comunicado vía Telegram de Volodin se difundió después de que Joe Biden, anunciara su intención aumentar la presión económica sobre Rusia.
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Esa propuesta es la que irrita al Kremlin y a la que Volodin se refirió: «Se ha sentado un peligroso precedente que debería repercutir en los propios Estados Unidos. Esta decisión -aseguró- no afectará a la economía de nuestro país. Los yates, villas y otros bienes incautados a los ciudadanos ricos (rusos) no contribuyen en absoluto al desarrollo de Rusia».
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