El presidente de Irán, Ebrahim Raisi
No hay cesiones: Irán niega que haya eliminado la Policía de la Moral
El régimen iraní no eliminará la Policía de la Moral. Tras el revuelo causado ayer en la prensa internacional tras el anuncio realizado por el fiscal general iraní, Mohamad Yafar Montazerí, donde dio a entender que las patrullas de la policía religiosa se habían eliminado, las autoridades de Teherán lo han desmentido.
Por medio de los medios de información estatales del régimen, empleados como órganos de propaganda de los ayatolás, Irán descartó eliminar a los policías que, al margen del poder judicial iraní, persiguen actitudes contrarias a la moral y la religión islámica.
Precisamente, fue la policía de la mora la que detuvo, el 16 de septiembre, a la joven kurda Masha Amini en las calles de la capital iraní por llevar mal colocado el velo islámico.
Su muerte tras estar bajo custodia de la policía de la moral desató una ola de protestas sin precedentes contra las autoridades iraníes que, por el momento, se ha saldado con 400 muertos y miles de detenidos.
Según los órganos de propaganda iraníes, los medios de comunicación interpretaron mal al fiscal general, que reconoció que se habían reducido las patrullas de la policía de la moral desde el inicio de las protestas.
Sin embargo, insistieron los medios estatales que en ningún momento afirmó que se fuera a eliminar la policía, sino que se limitó a reconocer que las patrullas se habían reducido.
En el Institute for the Study of War (ISW), organismo de estudios geopolíticos con base en Washington, respaldaron esta versión.
En su informe con las últimas actualizaciones sobre las protestas, el ISW señala que «los medios occidentales informaron incorrectamente de que el régimen iraní había abolido sus patrullas de la moralidad. El régimen no ha hecho tal concesión».
En cambio, en el informe del ISW se reconoce que el régimen podría acceder a algunos gestos para tratar de rebajar la presión en las calles y relajar la estricta política de velo obligatorio.
Esa relajación, sin embargo, podría limitarse a algún tipo de medida estética que no afectaría en absoluto a los firmes pilares sobre los que se sostienen los principios ideológicos islámicos del régimen encabezado por el ayatolá Ali Jamenei.
Mientras tanto, exhaustos tras meses de protestas y enfrentamientos con las fuerzas del orden, los manifestantes tratan de dar un nuevo impulso al movimiento contrario al régimen de los ayatolás.
En Teherán, se ha creado la Alianza de los Jóvenes de los Barrios con el objetivo de coordinar y centralizar la estrategia de las manifestaciones prodemocracia.