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18 de abril de 2024

Una joven se hace un "selfie" durante la conmemoración del 44º aniversario del triunfo de la Revolución Islámica en Teherán.

Una joven se hace un «selfie» durante la conmemoración del 44º aniversario de la Revolución Islámica en Teherán.EFE

El Debate en Irán

Irán escenifica en el 44º Aniversario de la Revolución el supuesto fin de la guerra de las mujeres contra el hiyab

El discurso oficial se da de bruces con la realidad de las generaciones más jóvenes que demandan más libertades

A diferencia de jornadas anteriores, Teherán se ha teñido de negro para celebrar el 44º aniversario de la Revolución Islámica. Las celebraciones empezaron a primera hora de la mañana y se han alargado hasta pasado el mediodía. Una masa de mujeres y hombres, en su mayoría vestidos de colores oscuros, marcharon desde la Plaza de Enghelab o Plaza de la Revolución hasta la Plaza de Azadi o Plaza de la Libertad, donde el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, pronunció su discurso.
Durante la marcha, los allí presentes gritaban y repetían consignas como «muerte a Estados Unidos» o «muerte a Israel». Las imágenes de los dos líderes supremos del país, Ruhollah Jomeini y Alí Jamenei, inundaban calles enteras, así como la del general de la Guardia Revolucionaria Islámica, Qasem Soleimani. Hombres, mujeres y niños han salido a las calles a festejar el día en el que «la Revolución derrocó al arrogante régimen monárquico», en palabras de Hannaeh, una joven iraní de 19 años, que se encontraba hoy en la Plaza de Enghelab.
En 1979, la Revolución Islámica derrocó al sah Mohamad Reza Pahlaví para instaurar un sistema teocrático, con el ayatola Jomeini como líder supremo. «Hoy celebramos que después de 44 años hemos mantenido viva nuestra revolución, a pesar de los enemigos -Occidente- y estamos aquí para celebrar este progreso», explica a El Debate Laleh, que se encontraba festejando con su hija.
La mayoría de los iraníes que hoy se congregaban para celebrar este día tan señalado nos relataban testimonios muy parecidos y los que no tenían la misma opinión se negaban a hablar con la prensa. Hamzeh, un clérigo de 31 años, afirmaba que aunque en «los últimos acontecimientos -en referencia a las protestas- vimos cómo una parte de la gente se apartó de la Revolución, las personas aquí reunidas hoy dan energía y significado a esta fecha». Las protestas han marcado el aniversario del 44º de la Revolución Islámica y es que, a diferencia de otros años, se podía escuchar a la gente gritar «velo, velo» o «abajo los alborotadores».
El recorrido llega a su fin en la Plaza Azadi, donde el presidente Rasi se dirigió a los allí presentes y resaltó que la participación de este año manda «un mensaje de esperanza para la nación de Irán y un mensaje de decepción para los enemigos de la Revolución Islámica». Referencias a los «países enemigos» y a las grandezas de la Revolución han plagado el discurso de Raisi, que acusó a los países occidentales de «estar acabando con la raza humana, por permitir prácticas como la homosexualidad».
Celebraciones por el 44º Aniversario de la Revolución Islámica

Celebraciones por el 44º Aniversario de la Revolución IslámicaAndrea Polidura

«Sois vosotros -Occidente- quienes no respetáis los derechos y libertades de las mujeres, porque las habéis convertido en instrumentos y las utilizáis para vuestro propio beneficio», puntualizó. Además, Raisi volvió a insistir en que todos aquellos que fueron «persuadidos por el enemigo» -en referencia a las protestas- y, en connivencia con el líder supremo, Jamenei, «serán aceptados de nuevo».
Jamenei anunció el pasado domingo la amnistía para algunos de los arrestados y la reducción de sentencias de «un número significativo» de manifestantes condenados en las protestas, con motivo del 44º aniversario de la Revolución Islámica. En las últimas horas se han producido ciertas liberaciones, la última, la académica francesa-iraní Fariba Adelkhah, encarcelada por delitos relacionados con la seguridad nacional.
Una vez salimos del ambiente de las manifestaciones y nos acercamos a los alrededores de la Universidad de Teherán, el contexto cambia por completo. Ya no se ven mujeres con el chador -vestimenta típica iraní compuesta por una pieza de cuerpo entero negra-, sino que se observa a chicas jóvenes con el pelo suelto y prendas coloridas. Maryam, de 19 años, nos explica que ella no ha asistido a los actos por la Revolución Islámica porque se trata de «una dictadura que se ha apoyado en la fe y las creencias religiosas de su pueblo para dominarlo».
Al igual que ella, Mobin -19 años-, estudiante de Derecho, señala que tampoco ha participado en las celebraciones «porque la situación política del país es convulsa». «No tenemos algunas libertades básicas, como aquellas relacionadas con la política, nuestra vida social e incluso libertades económicas», relata. Este joven estudiante recalca que las reivindicaciones de estos últimos meses vienen de tiempo atrás. «Durante los últimos 44 años, no se han cumplido los valores de la Revolución, cada vez hay más problemas económicos, problemas sociales y la ira acumulada ha acabado por explotar», subraya.
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