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29 de abril de 2024

Aficionados del FK Partizan durante un partido

Aficionados del FK Partizan durante un partidokurir.rs

Chisinau desarticula un complot ruso que aprovecharía un partido de fútbol entre Serbia y Moldavia

El Partizán y el Sheriff Tiráspol se enfrentarán este jueves en el estadio Zimbru, en Chisinau, pero sin aficionados

Un diputado oficialista de Moldavia afirmó hoy que saboteadores serbios disfrazados de aficionados del club de fútbol Partizán de Belgrado, iban a entrar en Moldavia esta semana en el marco del plan ruso denunciado por Chisinau el lunes encaminado supuestamente a desestabilizar la república.
«Esta semana en Chisinau se llevará a cabo un partido de fútbol entre equipos de Serbia y Moldavia. Inicialmente, estaba previsto que también vinieran a nuestro país aficionados serbios. Gracias a los esfuerzos del Servicio de Seguridad (...) el equipo serbio jugará frente a gradas vacías, porque estaba previsto traer a saboteadores», dijo Andrian Keptonar, según el medio moldavo NewsMaker.
El Partizán y el Sheriff Tiráspol se enfrentarán este jueves en el estadio Zimbru, en Chisinau, pero tras salir a la venta las entradas para el partido de la Liga Conferencia de la UEFA su comercialización de repente fue detenida en sendas plataformas, según moldfootbal.
De acuerdo con la cadena de televisión NOI, la Federación de Fútbol de Moldavia confirmó este martes que fue informada por las autoridades del país sobre la imposibilidad de abrir el partido a los aficionados.
Las declaraciones del diputado del Partido Acción y Solidaridad (PAS) y el anuncio de la decisión gubernamental de cerrar las puertas del estadio Zimbru a los aficionados, se produce un día después de que la presidenta Maia Sandu acusara a Rusia de planear un golpe de Estado con ayuda de ciudadanos de Bielorrusia, Serbia y Montenegro con entrenamiento militar.
«El plan para el próximo período contempla acciones que incluirían subversivos con entrenamiento militar, vestidos de civil, que montarían acciones violentas, ataques a algunas instituciones del Estado y la toma de rehenes», señaló Sandu en una comparecencia en Chisinau tras revisar una advertencia recibida por Ucrania la semana pasada.
«A través de las acciones violentas, enmascaradas bajo las protestas de la llamada oposición, se forzaría el cambio de poder en Chisinau», recalcó la política liberal europeísta.
Sandu sostuvo que los documentos recibidos por Ucrania, cuyo presidente, Volodímir Zelenski, denunció la semana pasada en Bruselas un supuesto plan ruso de desestabilización de Moldavia, «indican las ubicaciones y los aspectos logísticos de la organización de esta actividad subversiva».
«El plan también prevé el uso de extranjeros para acciones violentas. Por ejemplo, los materiales contienen instrucciones sobre las reglas para ingresar a Moldavia para ciudadanos de Rusia, Bielorrusia, Serbia y Montenegro», dijo la jefa de Estado.
Sandu denunció que al mismo tiempo, Rusia contaría en la ejecución de su plan con «varias fuerzas internas, especialmente grupos criminales como la formación (política prorrusa) Shor y todos sus brazos, veteranos y personas del entorno de (el oligarca fugitivo Vladímir) Plahotniuc».

Rusia niega el complot

Rusia desmintió hoy tener planes para desestabilizar Moldavia.
«Esta afirmaciones son gratuitas y carecen de todo fundamento», subrayó la portavoz de la diplomacia rusa, María Zajárova, en un comentario publicado por el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Mientras, el ministro serbio de Exteriores, Ivica Dacic, exigió este martes a Moldavia información sobre la supuesta participación de ciudadanos serbios en acciones subversivas para desestabilizar ese país.
A su vez, el primer ministro de Montenegro, Dritan Abazovic, negó que su país esté vinculado con la supuesta participación de sus nacionales en el supuesto plan ruso y anunció que también pedirá información a las autoridades moldavas al respecto.
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