Los documentos filtrados del Pentágono muestran que las unidades de élite rusas Spetsnaz fueron diezmadas en Ucrania
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Los documentos filtrados del Pentágono revelan cuál fue el gran error estratégico de Rusia en Ucrania
Los documentos secretos del Pentágono filtrados por un miembro de la Guardia Nacional Aérea de Estados Unidos de 21 años, Jack Teixeira, han arrojada numerosas revelaciones que han supuesto un duro golpe a la credibilidad de los servicios de inteligencia estadounidenses.
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Tras el pánico inicial, el análisis de los documentos no arroja información especialmente comprometida. Muchas de las revelaciones eran informaciones ya conocidas, como la formación de nuevas unidades ucranianas y su disposición de cara a una nueva contraofensiva.
El espionaje a aliados era un secreto a voces, muchas veces consentida por los propios espiados. De hecho, ya en el pasado habían surgido escándalos más o menos teatralizados por este mismo motivo.
El gran golpe a los servicios de inteligencia se debe a la humillación que supone haber sufrido una fuga de documentos masiva de una manera que casi se podría definir como «doméstica».
La pérdida de credibilidad es enorme y, como prueba, el sarcástico comentario de un funcionario del gobierno ucraniano a The Guardian: «No consideraban a Ucrania un socio fiable. Al comienzo de la invasión, no nos proporcionaban armas porque no confiaban en nosotros. Como consecuencia, perdimos mucho territorio y murió mucha gente. Ahora resulta que las filtraciones ocurren del lado estadounidense».
Ucrania aplastó a los Spetsnaz rusos
The Washington Post difunde este viernes una de las últimas revelaciones arrojadas por los papeles del Pentágono.
Según la inteligencia de Estados Unidos, las fuerzas ucranianas abrían aplastado a las fuerzas especiales rusas Spetsnaz en los primeros meses de la guerra.
La debacle se encontraría en el origen del problema que se encontró más tarde Rusia para disponer de fuerzas apropiadas para tareas de asalto frente a las sólidas defensas urbanas ucranianas.
La debacle habría obligado al Kremlin a echarse en brazos de los mercenarios del Grupo Wagner para obtener la fuerza de choque necesaria para conquistar núcleos urbanos.
El error de cálculo del alto mando ruso se debió a su exceso de confianza en las capacidades de los Spetsnaz para actuar como primera línea de infantería en ataques frontales.
Los Spetsnaz no estaban pensados para esa clase de tareas, sino que su entrenamiento se dirige a ejecutar misiones sigilosas y de alto riesgo, apunta el Post que señala también que fueron estas unidades las encargadas de capturar al presidente ucraniano Volodimir Zelenski, misión en la que también fracasaron.
Según las evaluaciones del Pentágono, los mandos rusos no confiaban en la capacidad de sus fuerzas convencionales para romper las líneas defensivas rusas y recurrieron a los Spetsnaz para entrar en combate directo.
Como consecuencia, sufrieron un insoportable número de muertos y heridos que las dejaron inservibles. De las cinco Brigadas Separadas Spetsnaz rusas desplegadas en Ucrania, cuatro sufrieron bajas masivas y quedaron prácticamente destruidas. Sólo una pudo regresar a Rusia casi indemne.
El Pentágono concluye que la rápida destrucción de sus comandos de élite es uno de los motivos principales por los que Rusia perdió su capacidad de derrotar a Ucrania en unas pocas semanas.
Las fuerzas rusas se quedaron rápidamente sin capacidad para ejecutar misiones clandestinas más allá de las líneas del frente.
Por si ello fuera poco, la pérdida de los comandos Spetsnaz también deteriorará la efectividad militar rusa en otros lugares del mundo donde las fuerzas del Kremlin están desplegadas.
Según los documentos del Pentágono, Rusia tardará años en reconstruir sus unidades Spetsnaz destruidas, una tarea que, además, se verá dificultada por el contexto de guerra y las sanciones internacionales.
Los documentos del Pentágono advierten que para entrenar nuevas unidades Spetsnaz hacen falta al menos cuatro años de entrenamiento muy específico y de gran intensidad.
Según los documentos, el grueso de las bajas de los Spetsnaz se habría producido en el asedio a Mariúpol y en los asaltos fallidos a Vuhledar, donde Rusia también perdió a gran cantidad de combatientes de élite de su infantería de marina.
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