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19 de abril de 2024

Los carteles de la campaña con fotos de los candidatos presidenciales de Turquía, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan

Los carteles de la campaña con fotos de los candidatos presidenciales de TurquíaAFP

Elecciones clave en Turquía

Erdogan se encamina hacia la reelección con una campaña hecha a su medida

Turquía se enfrenta hoy a la segunda vuelta de las presidenciales, con el actual mandatario como claro favorito para alargar su liderazgo cinco años más

Turquía celebra hoy la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Las opciones son dos: Recep Tayyip Erdogan y Kemal Kilicdaroglu. 14 días después, Erdogan ha conseguido dar la vuelta a las predicciones y se posiciona como favorito para alargar su mandato cinco años más. La mayoría de los sondeos han vaticinado una victoria para el actual presidente turco, aunque ajustada sobre su principal rival, de apenas dos puntos de diferencia.
Aun así, Erdogan se enfrenta a la batalla final con una ligera ventaja, tras haber recibido el 49,5 % de los votos en primera ronda, frente a un 44,9 % de Kilicdaroglu. Se trata de la primera vez que Turquía celebra una segunda vuelta. Durante estas dos semanas, los candidatos se han abalanzado a atraer el voto de aquellos que no acudieron a las urnas el pasado 14 de mayo –ocho millones de personas– así como de los casi tres millones que votaron por el tercer candidato, el ultranacionalista Sinan Ogan.
La campaña electoral se ha radicalizado a medida que llegaba la fecha. Pero Erdogan ha contado con una clara ventaja, ya que controla el aparato mediático de Turquía. El presidente turco se ha encargado de colocar a sus más fieles aliados en puestos de relevancia en los principales medios de comunicación, hasta el punto de que la televisión estatal concedió a Erdogan 32 horas y 42 minutos de cuota de pantalla, mientras que Kilicdaroglu contó tan solo con 32 minutos, durante el punto álgido de la campaña electoral, el pasado mes de abril.
El presidente turco lleva haciendo campaña desde hace meses, presumiendo de los logros de su Ejecutivo, elogiando la infraestructura y el auge de la industria de Defensa. Vídeos de los drones turcos –gran orgullo de Erdogan– han protagonizado sus multitudinarios mítines, como si de una estrella del rock se tratase. Ataviado con gafas de sol, chaqueta a cuadros y normalmente adornado con la bufanda de algún equipo de fútbol local, el presidente turco hace uso del micrófono para atacar a su principal rival.
El mandatario turco ha acusado a Kilicdaroglu de colaborar con el «terrorismo» por contar con el apoyo del principal partido kurdo, el HDP –actualmente investigado por su supuesta relación con la guerrilla kurda PKK–. Estas acusaciones, aderezadas con grabaciones manipuladas que muestran a los líderes del proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK) aplaudiendo a Kilicdaroglu, han calado hondo entre los turcos.
La agenda de Erdogan ha estada plagada de eventos, inauguraciones y celebraciones. A bombo y platillo se patrocinó el debut del primer buque de asalto anfibio, construido en Estambul, así como la construcción del primer coche eléctrico de Turquía, un TOOG. El hito inaugural de su campaña electoral fue la ceremonia de apertura de la primera central nuclear, construida por Rusia, y en la que estuvo presente el presidente ruso, Vladimir Putin, a través de videollamada.
Entre sus alardes, Erdogan ha prometido gas gratuito durante un año, aumentos en el salario mínimo, adelantar la jubilación de los funcionarios, el pago obligatorio de seguros sanitarios para los inmigrantes y la negociación de la repatriación de los refugiados sirios, asunto delicado para los turcos entre los que ha aumentado el sentimiento anti inmigración.
La mala situación económica de Turquía, sin embargo, ha pasado desapercibida. La economía fue uno de los principales puntos fuertes de Erdogan en la primera década de su mandato. El país euroasiático disfrutó de un prolongado auge con nuevas carreteras, hospitales, escuelas y un aumento del nivel de vida en general.
Pero se convirtió en un problema político cuando el Gobierno se embarcó en una política poco ortodoxa de recortes de los tipos de interés ante el aumento de la inflación. Estas medidas provocaron el desplome de la moneda a finales de 2021 y avivó la inflación, que en la actualidad se encuentra en el 44 %, pero que en octubre llegó a alcanzar el 85 %.
La mayoría de los analistas predicen que Erdogan ganará este domingo dada su sólida actuación en la primera ronda y tras recibir el respaldo del tercer candidato, Sinan Ogan. «Erdogan ha fusionado el orgullo religioso y nacional, ofreciendo a los votantes un agresivo antielitismo que opera a nivel nacional e internacional», señala el historiador Nicholas Danforth a Reuters. «La gente sabe quién es y cuál es su visión del país, y parece que muchos lo aprueban», afirma.
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