El círculo próximo del Rey de Marruecos, Mohamed VI
Norte de África
¿Cómo es la sucesión al trono de Marruecos? La mala salud de Mohamed VI desata las intrigas palaciegas
Recientes imágenes del monarca alauí, en las que aparece mucho más delgado, han vuelto a sembrar la duda sobre su idoneidad al frente del país norteafricano
Las últimas imágenes del Rey de Marruecos, Mohamed VI, han encendido todas las alarmas sobre su frágil estado de salud. El monarca alauí asistió, el pasado mes de mayo, al acto de presentación del primer automóvil marroquí. La presencia de Mohamed VI era muy esperada, ya que durante este año, no se le ha visto mucho en Marruecos.
Mohamed VI ha disfrutado de largas estancias en su residencias de Gabón y Francia. En el país galo cuenta con un palacio a los pies de la Torre Eiffel, en París, además de un castillo en la localidad de Betz, a unos 70 kilómetros de la capital francesa. La prensa marroquí atribuía sus escasas apariciones públicas, al igual que la dejadez en sus funciones, a la relación que mantiene el monarca con los polémicos hermanos Azaitar.
Pero su aspecto, mucho más delgado, demacrado y con aspecto cansado, ha vuelto a poner el foco en su salud. La enfermedad que podría estar detrás del cambio físico de Mohamed VI es la sarcoidosis, según han apuntado varios medios. El entorno del monarca siempre ha mantenido un absoluto secreto en todo lo relativo a la salud de Mohamed VI, un Rey eternamente enfermo.
El monarca alauí ha tenido que pasar varias veces por el quirófano, en 2018 y recientemente en 2020, debido a una arritmia cardíaca. Previamente, en 2017, le habían extirpado un tumor en el ojo izquierdo, además de padecer infecciones en los pulmones y en las piernas. Ahora se ha filtrado que todos estos males estarían relacionados con la sarcoidosis. Una enfermedad autoinmune que impide el correcto funcionamiento de los órganos y que Mohamed VI llevaría padeciendo durante años.
Heredero legítimo y el aspirante
Ante estas nuevas informaciones sobre el frágil estado de salud del Rey marroquí, la duda sobre la sucesión de la Corona del país norteafricano y las intrigas palaciegas vuelven a sonar con fuerza. El heredero legítimo del trono, siguiendo la línea de sucesión natural de Mohamed VI, es su hijo varón, el Príncipe heredero Moulay Hassan, que acaba de cumplir 20 años. Esta juventud, sin embargo, sería un atributo que podría explotar el segundo heredero al trono de Marruecos en la línea sucesoria y hermano del monarca, Moulay Rachid.
Todo juego de tronos tiene su componente de traiciones familiares. En el caso de Marruecos, esta lucha estaría protagonizada por tío y sobrino y cuenta con un largo recorrido, según ha publicado el medio francés Afrik. En un extenso análisis, el citado periódico apunta a que Moulay podría utilizar la inexperiencia y corta de edad del primogénito de Mohamed VI a su favor y presentarse como favorito para coger las riendas del reino alauí.
El medio francés va incluso más allá y apunta a que Rachid habría atentado contra la vida de su propio sobrino, pero sin éxito. En 2020, el conductor de Moulay Hassan fue hallado muerto en su apartamento. Según medios marroquíes, la muerte se produjo por un ataque al corazón, mientras que medios argelinos y franceses afirman que fue a causa de «dos tiros en la cabeza». Esta misma suerte corrió el coronel Youcef El Adadi, director de la secretaría principal del Palacio Real de Rabat.
Dos trágicas muertes de hombres muy cercanos al heredero. Tras estas filtraciones Rachid fue destituido de todos los cargos de responsabilidad dentro de la institución. Pero el hermano menor de Mohamed VI ha vuelto a ser rehabilitado, recientemente, ya que fue él quien representó a la Monarquía alauí durante el funeral de Isabel II, en Londres. En esta ocasión, el Rey de Marruecos no envió a su primogénito y sucesor natural al trono para dar el último a adiós a la soberana británica, y en su lugar apareció el segundo heredero al trono.
A pesar de todas estas intrigas palaciegas, nunca confirmadas ni desmentidas desde el Palacio Real, la estabilidad del Reino alauí y de su Monarquía está más que garantizada por el núcleo duro de Mohamed VI, su aparato de inteligencia y el Majzén, conocido como el «estado profundo», que mantiene firme el rumbo de nuestro vecino del sur.
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