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30 de abril de 2024

Construcción del gasoducto Balticconnector

Construcción del gasoducto BalticconnectorCOMISIÓN EUROPEA

Defensa

La OTAN pone el foco en la seguridad de las infraestructuras submarinas tras los ataques a los gasoductos

Dos ataques en poco más de un año a los gasoductos del norte de Europa han hecho saltar las alarmas

En poco más de un año han quedado fuera de juego los gaseoductos marítimos más importantes de los que disponía la Unión Europea: Nord Stream 1 y 2 y el Balticconnector que une Finlandia y Estonia.
Aunque las consecuencias se han hecho notar, especialmente en el ataque a los dos primeros, la capacidad gasística de la Unión se mantiene intacta y «los niveles de reserva están al máximo», según asegura la comisaria de Energía Kadri Simson.
Los dos gasoductos que conectaban Rusia con Alemania fueron atacados el 26 de septiembre de 2022 y, según apuntas las últimas investigaciones de The Washington Post, el coronel ucraniano de las fuerzas especiales Roman Chervinsky sería uno de los principales responsables.
Una obra de más de 20.000 millones de euros quedó inservible. No solo Alemania y Rusia se vieron afectadas, también Francia y Países Bajos, participantes de la infraestructura.
Gasoductos Nordstream 1 y 2

Gasoductos Nordstream 1 y 2

El Nord Stream 1 repartía gas a parte del continente europeo, pero el 2 era exclusivo para los alemanes, lo que hubiera convertido al país teutón en la primera potencia gasística del continente. No pudo llegar a serlo ya que poco antes de entrar en funcionamiento fue atacado.
El Bundestag recibió grandes presiones en aquel momento porque se consideró el ataque como un casus beli. El plan de Angela Merkel se vino abajo en cuestión de horas.
El resultado del ataque fue un aumento de los precios del gas de cerca de un 40 % al tener la Unión Europea que nutrirse del gas natural licuado estadounidense.
El pasado 8 de octubre, el gasoducto Balticconnector también fue atacado. En esta ocasión las investigaciones apuntas a Pekín. A la 1:20 de la madrugada de aquel día se produjo una explosión de magnitud 1 en la escala de Richter que provocó daños no solo al conducto del gas, sino también a un cable submarino de telecomunicaciones.

Preocupación por la seguridad en la zona

Si bien los daños no son comparables con los del Nord Stream, el hecho de que en poco más de un de diferencia se hayan dañado los dos principales gasoductos comunitarios del norte de Europa ha hecho saltar las alarmas al demostrar la fragilidad de las infraestructuras de la zona.
En este sentido se expresó el secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg el pasado martes al señalar que el ataque al Balticconnector entre Finlandia y Estonia recuerda “la vulnerabilidad y la importancia de este tipo de infraestructuras".
Aseguró que la OTAN «ha estado abordando esas amenazas muchos años», pero que tras los daños el año pasado contra los gasoductos Nord Stream y ahora contra el Balticconnector, ha reforzado su labor con más patrullas navales, aviones de patrulla naval y drones para «aumentar la presencia» aliada en el mar Báltico y el mar del Norte.
Gasoducto Balticconnector

Gasoducto Balticconnector

«También estamos en proceso de establecer un nuevo centro en nuestro mando marítimo en el Reino Unido para coordinar mejor los esfuerzos de los aliados para trabajar con socios, con la Unión Europea, pero también con el sector privado para compartir mejor información y aumentar qué hacer para proteger infraestructura submarina crítica», expuso.
Recalcó además que la protección de estas infraestructuras es uno de los ámbitos en los que se ve la importancia de la cooperación entre la OTAN y la Unión Europea.

Nuevos modelos de aviones de vigilancia

La OTAN anunció este miércoles la selección de su nueva generación de aviones de vigilancia fabricados por Boeing que sustituirá a su actual sistema aéreo de alerta y control (AWACS) a medida que se acerca la jubilación de estas aeronaves.
La Alianza firmó hace cuatro años con Boeing un contrato por valor de 1.000 millones de dólares para modernizar la flota de AWACS y ha precisado que la producción de seis nuevos aviones E-7A Wedgetail del gigante aeronáutico estadounidense comenzará en los próximos años. Se espera que el primer aparato esté listo para el servicio en 2031.
Avión de vigilancia E7-Wedgetail de las Fuerzas Aéreas de Australia

Avión de vigilancia E7-Wedgetail de las Fuerzas Aéreas de AustraliaATV FOTOGRAFIE

Según dijo el secretario general, ”al poner en común sus recursos, los aliados pueden comprar y operar colectivamente activos de gran envergadura cuya adquisición resultaría demasiado costosa para los países por separado”.
Stoltenberg indicó que esta inversión en tecnología punta demuestra «la fortaleza de la cooperación transatlántica en materia de defensa mientras seguimos adaptándonos a un mundo más inestable».
El E-7 Wedgetail es un avión avanzado de alerta temprana y control que proporciona conocimiento de la situación y funciones de mando y control. Equipado con un potente radar, el aparato puede detectar aviones, misiles y barcos hostiles a gran distancia y dirigir los cazas de la OTAN hacia sus objetivos.
Este modelo formará parte del futuro proyecto de vigilancia y control de la Alianza, que desplegará la próxima generación de sistemas de la OTAN a partir de mediados de la década de 2030.
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