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29 de abril de 2024

Bombardeos israelíes sobre Gaza

Bombardeos israelíes sobre GazaAFP

La guerra vuelve a castigar a Gaza con más fuerza que nunca tras la ruptura de un frágil alto el fuego

Israel acusa a Hamás de violar los términos de la tregua tras el lanzamiento de un proyectil desde la Franja hacia el país hebreo

La frágil tregua acordada entre Hamás e Israel ha llegado a su fin a primera hora de esta mañana, a pesar de los incesantes esfuerzos de los mediadores. Ambas partes negociaron, en un inicio, un alto el fuego temporal de cuatro días que, posteriormente, se ha ido prorrogando hasta conseguir una pausa en los combates en la Franja de Gaza de siete días. Una paz, con fecha de caducidad, que ha permitido la entrada de la tan necesitada ayuda humanitaria al enclave palestino, así como el intercambio de 113 rehenes israelíes por 210 presos palestinos.
A pesar de este éxito diplomático, Israel calcula que aún quedan 135 cautivos en manos de Hamás y otras facciones palestinas. Sin embargo, a las siete de la mañana (seis hora peninsular), el Ejército israelí anunciaba que «reanudaban el combate» y ha acusado a la milicia islamista de haber violado los términos de la tregua por haber disparado contra su territorio. Las localidades cercanas al enclave palestino han amanecido hoy con el sonido de las sirenas antiaéreas ante la amenaza por el lanzamiento de un proyectil desde Gaza.
Inmediatamente después, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ponían punto y final al alto el fuego temporal. «Las FDI reanudaron el combate contra la organización terrorista Hamás en la Franja de Gaza», aseguraron, a través de un comunicado. La tregua había supuesto un soplo de aire fresco para los gazatíes que viven asediados por los bombardeos israelíes, desde el pasado 7 de octubre. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había declarado que esta pausa podía extenderse hasta diez días, siempre y cuando se mantuviera la liberación de rehenes diaria.
A pesar de que ese plazo máximo expiraba este sábado, Netanyahu ha estado sometido a una fuerte presión por el ala más extremista de su Gobierno, que le ha amenazado con romper la coalición, si el primer ministro israelí no retomaba la ofensiva contra Hamás. Los ataques de esta noche han acabado por precipitar esta frágil tregua y el Ejército israelí ha vuelto a activar su apisonadora militar. Horas previas a que se reanudara la ofensiva, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, llegaba a Israel para mantener un encuentro tanto con Netanyahu como con el líder de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbás.
El alto diplomático estadounidense instó al primer ministro israelí a «asegurar la liberación de todos los rehenes restantes y acelerar la entrega de asistencia humanitaria vital a Gaza». Además, también subrayó la necesidad de que Israel «adopte todas las medidas posibles para evitar daños a los civiles». Unas palabras que se han quedado en el olvido. Las FDI han reanudado los bombardeos, lanzando ataques aéreos tanto en el sur –donde se encuentran refugiados la mayor parte de los gazatíes– como en el norte. Las autoridades sanitarias de la Franja, bajo control de Hamás, elevan a más de cien los muertos desde el reinicio de los combates.
Las FDI han lanzado folletos y pedido a los residentes de tres localidades cercanas al paso de Rafah, frontera con Egipto, que evacuaran de manera «inmediata». «La ciudad de Jan Yunis –ciudad al suroeste de Gaza– es una zona de guerra peligrosa. Estáis advertidos», ha declarado el portavoz del Ejército israelí en árabe, Avichay Adraee. Los folletos que han recibido los gazatíes dividen el enclave en miles de zonas diferentes que, en un futuro, serán obligadas a evacuar.
Hamás, por su parte, culpa a Israel de romper la tregua. «La ocupación es responsable de la reanudación de la guerra y de la agresión nazi contra la Franja de Gaza, después de negarse durante toda la noche a aceptar todas las ofertas para liberar a más rehenes», entre ellos ancianos, ha asegurado el grupo islamista, en un comunicado. Sin embargo, el líder de Hamás en el enclave, Yahya Sinwar, había amenazado horas antes de que el ataque del pasado 7 de octubre, en el que murieron 1.200 israelíes, fue «solo un ensayo».
Qatar y Egipto, principales mediadores, insisten en que los esfuerzos por rescatar el alto el fuego temporal se mantienen. «Las negociaciones continúan con los mediadores qatarí y egipcio pese a la reanudación de los bombardeos aéreos israelíes», ha asegurado a la agencia France Press una fuente que pidió no revelar su identidad. Pero, las partes están ahora, más que nunca, lejos de entenderse. Hamás, que juega la carta de los rehenes, ha confesado que no tiene el control de todos ellos, en manos de otras facciones palestinas, y Netanyahu ha dejado claro que su objetivo durante esta ofensiva es acabar con Hamás, cueste lo que cueste.
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