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29 de abril de 2024

Serguéi Narishkin, jefe del servicio de espionaje Exterior de Rusia

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Rusia califica de «traidor y criminal» al piloto ruso que desertó a Ucrania asesinado en Alicante

El Kremlin, sin embargo, dice no tener información en relación con el asesinato en España de Maxim Kuzmínov

Una nueva muerte en extrañas circunstancias despierta las sospechas sobre hasta dónde puede llegar la larga mano del Kremlin. El asesinato, el pasado 13 de febrero en Villajoyosa (Alicante) de Maxim Kuzminov, el piloto ruso que desertó a Ucrania, podría provocar una choque entre España y el país euroasiático si llegará a confirmarse que los servicios secretos rusos están detrás del crimen.
Rusia, que ayer cuando saltó la noticia no se pronunció al respecto, ha tildado de «traidor y criminal» a Kuzminov. En estos términos se ha referido el jefe del Servicio de Espionaje Exterior de Rusia, Serguéi Narishkin, que ha zanjado el asunto afirmando que las autoridades españolas no habían informado a Moscú de lo sucedido, por lo que no iba a hacer más comentarios.
Pero lo que ha hecho sonar todas las armas es que Narishkin ha afirmado que «este traidor y criminal se convirtió en un cadáver moral en el momento en que planeó su sucio y terrible crimen». En septiembre de 2023, cuando se dio a conocer la deserción de Kuzminov, la televisión publica rusa ya dejo caer que, desde el Kremlin, se había dado la orden de liquidar al piloto.
Cinco meses después, el cadáver del soldado ruso ha aparecido, en extrañas circunstancias, en Villajoyosa (Alicante). La alertó la dio un vecino de la localidad, que llamó al 112 alrededor de las 18:00 horas, el pasado 13 de febrero. Desde un primer momento, la Guardia Civil, según publicó ayer la agencia EFE, lo investigó como un «un ajuste de cuentas».
Las Fuerzas de Seguridad, sin embargo, se dieron cuenta de que la documentación que llevaba la víctima era falsa y no se correspondía con su verdadera identidad. En un primer momento se identificó como un hombre ucraniano de 33 años. Casi una semana después, el medio ucraniano KyevPost confirmó que los restos mortales encontrados en Villajoyosa correspondían a los del piloto ruso Maxim Kuminov.
Otro medio ucraniano, Ukrainska Pravda reveló que Kuzminov habría invitado a su exnovia a la casa de Alicante. Al exsoldado ruso lo encontraron muerto en el garaje de su domicilio. Las versiones de los hechos todavía son muy contradictorias. En lo que sí coinciden es que también se encontró un vehículo incendiado, donde, se presume, huyeron los autores del crimen, y con el que pasaron por encima del cuerpo ya sin vida de Kuzminov. El coche fue localizado en la vecina localidad de El Campello.
El Kremlin insiste en que no tiene información sobre el asesinato. El portavoz de la presidencia de Rusia, Dimitri Peskov, ha declarado que «no tenemos ninguna información sobre este asunto». Tampoco la embajada rusa en Madrid ha querido pronunciarse al respecto.
Maxim Kuminov se convirtió en una figura incómoda para el Kremlin cuando, en septiembre del pasado año, decidió contar su historia, la cual fue ampliamente publicitada por Ucrania. La operación se realizó con ayuda de los servicios de Inteligencia de Ucrania (GUR). Un vídeo, hecho público por el GUR, muestra a Kuzminov explicando paso a paso cómo pudo cruzar de Rusia a Ucrania pilotando un MI-8.
El piloto ruso asegura que Kiev le garantizó seguridad, además de una nueva identidad y hasta medio millón de dólares para empezar una nueva vida. «Me puse en contacto con representantes del servicio de inteligencia de Ucrania. Les expliqué mi situación. Me ofrecieron una opción que garantiza mi seguridad, nuevos documentos y compensación económica. Discutimos todos estos detalles y comenzamos a planificar el vuelo», relató.
Al hablar sobre los motivos que le impulsaron a tomar esta arriesgada decisión señaló: «La verdad está justo aquí, aquí no hay fascistas ni nazi» y describió el escenario de la guerra: «Asesinatos, lágrimas, sangre. La gente simplemente se mata entre sí, eso es todo… Lo que está ocurriendo ahora es, sencillamente, un genocidio del pueblo ucraniano».
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