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19 de mayo de 2024

Macron y Xi Jinping en el palacio del Elíseo

Macron y Xi Jinping en el palacio del ElíseoAFP

Macron le pide a Xi Jinping en París que ponga fin a las tensiones comerciales entre Europa y China

El presidente francés trató de obtener la complicidad del mandatario chino hacia un final negociado a la guerra de Ucrania

El presidente francés, Emmanuel Macron, puso alfombra roja al presidente chino, Xi Jinping, a su llegada a París para una visita oficial a Francia donde la economía está siendo el principal tema de discusión.
El primer ministro francés, Gabriel Attal, fue el encargado de recibir en la pista del aeropuerto de Orly, pero fue en el palacio del Elíseo, sede de la presidencia de la República, donde se produjo el encuentro de alto voltaje entre ambos mandatarios.
Bajo la atenta mirada de una Ursula von der Leyen que asistió a la reunión a modo de convidada de piedra, Macron y Xi Jinping estuvieron de acuerdo en que el actual contexto de tensión entre China y occidente por disputas comerciales es perjudicial para ambos.
Macron aseguró que «nuestra voluntad es tener una relación equilibrada con China», para lo cual, aceptó la importancia de dotarse de «unas reglas justas para todos».
En ese sentido Macron pidió a Xi Jinping que también China trabaje para poner fin a las tensiones económicas y comerciales existentes entre China y la Unión Europea.
El bloque europeo ha anunciado en los últimos meses dispositivos de protección frente a unas prácticas que considera desleales por parte de Pekín, sobre todo por la subvención masiva de algunos sectores cuyos productos inundan el mercado europeo.
Macron avanzó que hay otras «preocupaciones» que se tratarán con el presidente chino y habló de las guerras en Ucrania y en Oriente Medio. «Se tratan de dos crisis de envergadura en las que la coordinación entre nosotros es absolutamente crucial».
«La situación internacional necesita más que nunca el diálogo chino-europeo», agregó el mandatario francés, quien aseveró que la Unión Europea está «en un momento clave» de su historia, intentando «superar dificultades estructurales» que han sido un freno en su desarrollo.
La reunión tripartita es el momento de calado político más importante en la agenda de Xi en Francia, quien proseguirá su viaje por Europa con visitas a Serbia y Hungría, en la que es su primera visita oficial de Estado en Europa en cinco años.
El dirigente chino, quien a su llegada a Francia este domingo pidió «un clima de negocios justo y equitativo», abogó por que la Unión Europea y China sigan como socios en una relación en la que instó a reforzar la «coordinación estratégica».
«Estamos determinados a terminar con la guerra de agresión rusa en Ucrania», afirmó la presidenta de la Comisión Europea, quien recordó que la Unión Europea y China «están interesados en el efectivo funcionamiento de las reglas que rigen el orden internacional».
Xi completa este lunes una ajetreada agenda en París con la recepción que Macron le brinda en los Inválidos de París, la asistencia a un coloquio entre empresas chinas y francesas y una cena de gala en el Elíseo en la que participan las respectivas esposas ambos dirigentes, Peng Liyuan y Brigitte Macron, respectivamente.
El martes, Macron ha optado por poner un marco más distendido que el que ofrece París para continuar el diálogo con Xi en los Pirineos, en una región donde vivía su abuela materna y con la que mantiene una vinculación emocional fuerte. Ese desplazamiento incluirá una subida al mítico puerto del Tourmalet, una de las estampas del Tour de Francia.
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