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Los residentes locales vitorean mientras se reúnen en una calle en el suburbio de Jaramana, en Damasco

los residentes locales vitorean mientras se reúnen en una calle en el suburbio de Jaramana, en DamascoAFP

Los insurgentes sirios entran en Damasco y declaran «el inicio de una nueva era» mientras que Al Asad huye en avión

El primer ministro ha tendido la mano a los rebeldes para «preservar las instituciones» del país

Once días después del vuelco en la guerra civil siria, los insurgentes han anunciado su entrada en Damasco, declarándola como ciudad «libre del tirano» Bashar al Asad. Así lo anunciaba, por medio de un comunicado, el Mando de Operaciones Militares de la coalición de grupos islamistas que dirigen las ofensivas. «Después de 50 años de opresión bajo el mando del Baaz y 13 años de crímenes y desplazamiento forzado (...) anunciamos hoy el fin de este oscuro período y el inicio de una nueva era para Siria», agregaban.

Del presidente, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos afirmó que ha abandonado el país en un avión «especial».

Esta ONG, con gran despliegue de colaboradores en el terreno, apunta que «los oficiales de las tropas de seguridad del régimen se retiraron del Aeropuerto Internacional de Damasco tras el despegue de un avión privado que probablemente transportaba a Bashar al Asad». Sin embargo, no existe aún una confirmación oficial por parte del gobierno leal al presidente.

Los islamistas se refirieron a este acontecimiento como «el momento que los desplazados y prisioneros han esperado durante mucho tiempo, el momento de regresar a casa y el momento de la libertad después de décadas de opresión y sufrimiento». Así, han prohibido a los militares de Damasco acercarse a las instituciones públicas, las cuales han confiado a «la supervisión del ex primer ministro —Abu Mohamed al Golani— hasta que sean entregadas oficialmente, y también se les prohíbe disparar balas al aire», ordenaba el comandante Ahmed al Sharaa, del Mando de Operaciones Militares. Golani lidera la coalición rebelde, encabezada por el Organismo de Liberación del Levante, grupo que resultó de una división en la filial siria de Al Qaeda.

Miles de personas se han congregado en la plaza de los Omeyas, donde están las sedes del Ministerio de Defensa y del Ejército, así como la televisión que, además de la radio, ha sido tomada por hombres armados sin identificar, según EFE.

Igualmente, los insurgentes se han hecho con el control de la cárcel de Saydnaya, 30 km al norte de Siria —considerado un lugar de represión de Bashar al Asad— y han liberado a los prisioneros.

El primer ministro, dispuesto a colaborar

Por su parte, Mohamed Ghazi al Jalali, primer ministro de Siria, publicaba un vídeo en el que aseguraba que él no había huido, a la vez que tendía la mano a «todo sirio que se interesa por este país para preservar sus instituciones».

«Este asunto lo abordará cualquier liderazgo que elija el pueblo sirio, y estamos dispuestos a cooperar con ella para ofrecer todo tipo de facilidades y para entregar (transferir) los expedientes gubernamentales sin problemas y de forma sistemática para preservar las instituciones del Estado», proseguía. También incluía «hasta a los opositores».

También han tomado Homs

Horas antes, los rebeldes islamistas, con el Organismo de Liberación del Levante a la cabeza, reivindicaban la toma total de Homs, a 160 kilómetros al norte de Damasco. El líder de la facción, Abu Mohamed al Yolani, calificaba este hecho como «histórico». «Estamos viviendo los últimos momentos de la liberación de la ciudad», decía en Telegram.

Por esta vía, otro comandante, Hassan Abdel Ghani, sacaba pecho aseverando que liberaron 3.500 presos de su principal prisión. «El proceso del avance y peinado de barrios de la ciudad está actualmente en curso», apuntaba. Del mismo modo, la cadena Al Jazeera reportaba celebraciones de cientos de personas, que se congregaron en la «rotonda del reloj» pidiendo la caída del presidente sirio.

Aunque en un primer momento el Ministerio de Defensa sirio negaba las informaciones, afirmando que carecían de «fundamento», el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) confirmaba que la coalición insurgente de rebeldes conseguía entrar en Homs y «tomar algunos barrios, después de que las fuerzas de seguridad y el ejército» se replegara de sus «últimas posiciones de la ciudad».

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