Fundado en 1910
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habla sobre la situación en Siria en la Sala Roosevelt de la Casa Blanca

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habla sobre la situación en Siria en la Sala Roosevelt de la Casa BlancaAFP

Estados Unidos pretende destruir el arsenal químico de Siria y avisa de que Al Asad tendrá que «rendir cuentas»

Un alto funcionario estadounidense reveló que están trabajando con sus «socios regionales»

Siria se enfrenta a una «oportunidad histórica» para reconstruir el país, decía el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Igualmente, afirmaba que Bashar al-Asad deberá «rendir cuentas».

Tras la toma de Damasco por parte de los rebeldes islamistas y el derrocamiento del presidente sirio, el mandatario norteamericano advertía que permanecerá «vigilante» es posible surgimiento de grupos terroristas. Así, anunciaba ataques contra más 75 objetivos del Estado Islámico para disuadirles de aprovechar el vacío de poder.

«La caída del régimen no es un acto fundamental de Justicia», declaraba Biden en la Casa Blanca. «Es un momento de oportunidad histórica para el sufrido pueblo de Siria», proseguía. De esta forma, afirmaba que desde Washington se colaborará en la reconstrucción del país. «Nos comprometemos con todos los grupos sirios (…) para establecer una transición desde el régimen de Asad hacia una Siria independiente y soberana con una nueva Constitución», anunciaba.

Además, advertía que «algunos de los rebeldes» que derrocaron al gobernante «tienen su propio historial sombrío de terrorismo y abusos contra los derechos humanos a sus espaldas». Uno de los principales líderes son los yihadistas de Hayat Tahrir al Sham.

El uso de armas químicas

Por su parte, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, celebraba que «tras 14 años de conflicto, el pueblo sirio al fin tiene motivos para la esperanza». De esta forma, prometían apoyo para los «esfuerzos internacionales dirigidos a hacer responsables al régimen de Asad y sus socios por las atrocidades y la violencia contra el pueblo sirio».

Especialmente, resaltaba «el uso de armas químicas y la detención injusta de civiles». Un alto funcionario estadounidense revelaba que los servicios de inteligencia han monitorizado el arsenal químico sirio para evitar que el EI u otros grupos terroristas lo usen. «Estamos tomando medidas muy prudentes. Hacemos todo lo posible para garantizar que estos materiales no estén disponibles para nadie y permanezcan protegidos», explicaba a la prensa. Pretenden asegurarse de la destrucción de las «sustancias más peligrosas» y del «cloro», para lo que trabajan con sus «socios regionales».

En múltiples ocasiones, el Gobierno de Asad ha recibido acusaciones, corroboradas por Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, de emplear armamento químico contra la población. El cloro ha estado presente en el 91,5 % de las ocasiones, además del sarín y gas mostaza.

Durante la administración de Obama, el expresidente estableció como «línea roja» el uso de este arsenal, declarándolo motivo de una intervención militar estadounidense. Aunque se traspasó, no se produjo dicha respuesta. En su lugar, Obama negoció con Rusia que forzara a Asad a acabar con este tipo de armas, cosa que no llegó a suceder en su totalidad.

comentarios
tracking