Israel se embarca en una campaña de bombardeos contra Siria y redobla su presencia militar en los Altos del Golán
La caída del régimen de Bashar al Asad y la posterior llegada al poder de una amalgama de grupos rebeldes, liderados por la organización islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS), ha supuesto un revulsivo en la región. Israel, país vecino de Siria, celebró en un primer momento la caída del dictador sirio. De hecho, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu aseveró este domingo, el mismo día que cayó la capital Damasco, que se trataba de «un día histórico en Oriente Medio». Netanyahu pronunció estas palabras desde los Altos del Golán, territorio sirio ocupado por Israel durante la Guerra de los Seis Días. Ante el vacío de poder tras la caída de Al Asad y la retirada de los soldados sirios, el país hebreo ha aprovechado para avanzar con sus tropas sobre este territorio en disputa y crear así una zona de «amortiguación».
Las operaciones de Israel no se han limitado a la frontera con la nación árabe, sino que, desde este domingo, la aviación hebrea ha lanzado más de 300 ataques aéreos contra Siria, incluida su capital. Desde el Gobierno israelí justifican estas acciones asegurando que tienen como objetivo evitar que las armas caigan «en manos de extremistas» durante este incierto periodo de transición. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) reportó ataques en diferentes ciudades del país, desde Alepo, pasando por Damasco hasta Hama. Asimismo, esta organización no gubernamental, con sede en Reino Unido, informó también de bombardeos israelíes contra buques de guerra y almacenes del extinto Ejército sirio en el puerto militar de Latakia y sus alrededores.
Tras la huida de Al Asad este domingo, las tropas israelíes tomaron las posiciones que los soldados del régimen habían abandonado, ocupando así una zona desmilitarizada desde 1973. El propio Netanyahu, desde los Altos del Golán, advirtió de que este territorio será de Israel «por la eternidad» y señaló que su control «garantiza nuestra seguridad y soberanía». Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Saar, explicó este lunes que la toma de la zona de amortiguamiento se trata de «un paso limitado y temporal que tomamos por razones de seguridad». Sin embargo, países como Turquía o Irán han condenado de manera tajante las acciones israelíes y han acusado al país hebreo de «violar» la soberanía de Siria.
En esta misma línea se ha expresado el enviado especial de la ONU a la nación árabe, Geir Pedersen, que pidió a Israel este martes poner fin a sus ataques aéreos e incursiones terrestres en territorio sirio, y subrayó que estas acciones violan el acuerdo de 1974 entre ambos países. Pero, según informa la agencia Reuters, las tropas israelíes habrían avanzado más allá de la zona desmilitarizada, mientras que una fuente siria aseveró que los uniformados han llegado incluso hasta la ciudad de Qatana, ubicada a poco más de 20 kilómetors de Damasco. Sin embargo, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han desmentido esta información
«Las informaciones que circulan en los medios de comunicación sobre el supuesto avance de tanques israelíes hacia Damasco son falsas. Las tropas de las FDI están estacionadas dentro de la zona tampón, como se ha dicho en el pasado», ha aclarado el Ejército israelí. Aún así, los ataques que ha lanzado la aviación israelí contra Siria a primera hora de este martes no tienen precedentes. Para el analista y autor de Siria después de los levantamientos, Joseph Daher, en declaraciones a la cadena qatarí Al Jaazera, estas acciones persiguen un doble objetivo. Además del militar, «Israel está enviando un mensaje político al futuro Gobierno sirio».
Aviso que ha lanzado sin rodeos, alto y claro, el ministro israelí de Defensa, Israel Katz, quien ha advertido a los rebeldes sirios de que cualquier entidad que suponga una amenaza para su país será objeto de un ataque implacable. «Las FDI han actuado en los últimos días para atacar y destruir capacidades estratégicas que amenazan al Estado de Israel», ha aseverado Katz. «Quien siga los pasos de Al Asad acabará como Asad. No permitiremos que una entidad terrorista islámica extremista actúe contra Israel desde más allá de sus fronteras haremos lo que sea para eliminar la amenaza», ha zanjado.