Los seguidores de Evo Morales denuncian un atentado de sustancias químicas
El expresidente boliviano asegura ser víctima de intentos de sabotaje mientras enfrenta disputas internas en el MAS y acusaciones legales
En medio de una creciente tensión política, seguidores de Evo Morales, expresidente de Bolivia (2006-2019), han denunciado un supuesto nuevo atentado en su contra. Según afirmaciones del senador Leonardo Loza, cercano al líder del Movimiento al Socialismo (MAS), el incidente habría ocurrido en el Trópico de Cochabamba, bastión político y sindical del exmandatario, donde permanece desde octubre pasado.
Morales relató a la radio Kawsachun Coca que encontró «una sustancia similar a harina verde» en su habitación, la cual inicialmente asoció con productos contra insectos. Posteriormente, la misma emisora identificó el químico como oxicloruro de cobre, un fungicida común. Sin embargo, no se han presentado pruebas concluyentes ni declaraciones oficiales al respecto.
Mientras tanto, aliados del exmandatario han señalado al Gobierno del actual presidente Luis Arce como el presunto responsable del ataque. «Este es otro intento de evitar que nuestro líder sea candidato en 2025», expresó Richard Medina, concejal de Villa Tunari. Por otro lado, Esteban Alavi, líder campesino alineado con Arce, sugirió que podría tratarse de un «autoatentado» diseñado para generar apoyo político a Morales.
Antecedentes recientes de conflictos
Este episodio se suma a otro incidente ocurrido el 27 de octubre, cuando Morales denunció un «ataque armado» que, según él, habría sido orquestado por el Gobierno para impedir su postulación presidencial. Sin embargo, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, ofreció una versión distinta: acusó a Morales de haber disparado contra policías en un operativo antidroga y señaló que sus seguidores incendiaron vehículos oficiales.
Además, Morales enfrenta una posible orden de captura por un caso de trata de personas y estupro, lo que ha intensificado su aislamiento político en el Trópico de Cochabamba. Este contexto coincide con la pérdida de su liderazgo histórico en el MAS, luego de que el Tribunal Supremo Electoral reconociera como nuevo presidente del partido al líder campesino Grover García, cercano a Arce.
Las divisiones internas en el MAS han polarizado al oficialismo desde finales de 2021, cuando Morales y Arce comenzaron a discrepar sobre la gestión del partido y del Ejecutivo. Esta fractura ha coincidido con una crisis económica marcada por la escasez de dólares y combustible, agravando el panorama político en Bolivia.
Pese a los obstáculos legales y políticos, Morales insiste en que se postulará en 2025, desafiando una prohibición constitucional que impide más de una reelección. Esta situación ha generado interrogantes sobre el futuro del MAS y su capacidad de unidad ante los retos electorales y económicos que enfrenta el país.