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La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente chino, Xi Jinping

China busca la complicidad de Europa y asegura que ambos son quienes «dan estabilidad a la economía mundial»

Tras la subida de los aranceles de Trump al 125 % —y la pausa de 90 días al resto de países—, han acontecido varios contactos entre autoridades del país asiático y la UE

En medio de un nuevo capítulo de la guerra comercial —en la que Trump ha subido los gravámenes al 125 % a China— el gigante asiático trata de aprovechar el descontento mundial por los «aranceles recíprocos» de EE.UU. para ganarse aliados y asestar el próximo golpe al poderío económico de los norteamericanos.

En este sentido, el ministro chino de Comercio, Wang Wentao, ha mantenido una videollamada con el comisario europeo de Comercio y Seguridad Económica, Maros Sefcovic, donde le ha trasladado que tanto China como la UE «mantienen el sistema de comercio multilateral basado en reglas», lo que genera «estabilidad y certeza a la economía y el comercio mundiales».

Durante el encuentro telemático, Wang ha arremetido contra los aranceles de Trump a los productos chinos, afirmando que «infringen gravemente los intereses legítimos de todos los países y violan las normas de la Organización Mundial del Comercio». De la misma forma, aseguraba que los gravámenes perjudican «a la estabilidad del orden económico mundial». Advertía, así, que no hay «ganadores» en una guerra comercial y «no hay salida para el proteccionismo».

Por su parte, Sefcovic, lamentaba las consecuencias que los aranceles recíprocos de Trump han causado «al comercio internacional, para Europa, China y los países vulnerables». El comisario europeo resaltaba la «importancia» de las relaciones con China y manifestaba que la UE está decidida a trabajar con la OMC, «incluida China» para «garantizar el funcionamiento normal del comercio mundial».

Con todo ello, Wentao y Sefcovic se han comprometido a negociar sobre la cooperación en la industria automotriz de China y la UE, así como abordar el acceso al mercado.

No ha sido el único contacto. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, mantuvo una conversación telefónica con el primer ministro chino, Li Qiang, en la que la líder europea trató la «responsabilidad» de facilitar «un sistema de comercio mundial sólido», primando la «estabilidad y la previsibilidad para la economía mundial».

Mientras sucedían estas comunicaciones, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se encuentra en China, donde se reunirá con el primer ministro chino y con el presidente Xi, Jinping. Sobre su visita, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, criticaba el acercamiento. «Sería como cavar tu propia tumba», apuntaba sobre la aproximación de varios países ante la política económica de Trump.

China pide «precaución» al viajar a EE.UU.

En medio de la guerra comercial, el Ministerio de Cultura y Turismo chino ha pedido a sus ciudadanos que «evalúen completamente los riesgos de viajar a Estados Unidos y viajen con precaución».

En un comunicado emitido por la cartera, aludían al «debido al deterioro de las relaciones económicas y comerciales chino-estadounidenses y la situación de seguridad interna» en EE.UU.

Es por ello que adoptarán medidas «enérgicas» para «salvaguardar los derechos e intereses» del país asiático. «No se debe privar al pueblo chino de su derecho legítimo al desarrollo y no se deben violar los intereses de seguridad y desarrollo de China», reclamaba el portavoz del Ministerio de Exteriores, Lin Jian.