Donald Trump durante su primer discurso en la Cámara de Representantes
Trump saca adelante en la Cámara de Representantes, por un único voto, su ambiciosa ley de rebaja de impuestos
En medio de una creciente preocupación por la estabilidad fiscal de Estados Unidos, el presidente Donald Trump ha logrado una importante victoria legislativa. La Cámara de Representantes ha aprobado este jueves su ambicioso proyecto de ley fiscal con apenas un voto de diferencia (215 frente a 214), tras una intensa noche de negociaciones y presión interna. La norma, oficialmente llamada «Una gran y hermosa ley», avanza ahora al Senado, donde podría recibir enmiendas pero no necesita una mayoría cualificada para prosperar.
El texto plantea una amplia batería de recortes fiscales, en buena parte heredados de su primer mandato, y endurece significativamente las condiciones de acceso a programas sociales. A cambio, eleva el gasto en defensa y en partidas vinculadas a la política migratoria. La Oficina Presupuestaria del Congreso estima que el conjunto de medidas añadirá más de dos billones de dólares a la deuda pública en la próxima década, aunque los últimos ajustes aún no han sido evaluados con precisión.
La ley prolonga y amplía las exenciones fiscales introducidas durante el primer mandato de Trump y próximas a expirar, beneficiando sobre todo a los tramos altos de ingresos. También se incorporan nuevos incentivos, como una deducción específica para jubilados de bajos ingresos y exenciones fiscales para propinas y horas extras. Sin embargo, los beneficios para las rentas medias y bajas son más limitados, y muchos de los hogares con menos recursos perderán apoyos públicos.
Una de las medidas más polémicas impone requisitos de actividad laboral o comunitaria —al menos 80 horas mensuales— a adultos sin hijos ni discapacidades que soliciten ayuda sanitaria a través de Medicaid o alimentos mediante el programa SNAP. La edad máxima para estar exento de estas obligaciones se eleva de 54 a 64 años, y se extiende incluso a algunos padres con hijos mayores de siete años. La Oficina Presupuestaria calcula que unos 8,6 millones de personas perderán su cobertura médica y tres millones dejarán de recibir ayuda alimentaria de forma mensual.
Concesiones de última hora
El texto fue aprobado tras intensas presiones del entorno de Trump a los congresistas republicanos más escépticos. La Casa Blanca organizó encuentros de urgencia durante la jornada del miércoles para asegurar el apoyo necesario, a cambio de introducir concesiones como adelantar a 2026 el recorte de determinadas partidas sanitarias o acelerar la eliminación de créditos a las energías renovables.
Aun así, tres republicanos se desmarcaron: dos votaron en contra y uno se abstuvo. «Estamos alimentando la caldera fiscal y apuntando directamente hacia el iceberg», advirtió el representante Thomas Massie (Kentucky) durante el debate. El texto fue finalmente aprobado en la madrugada del jueves, cerca de las siete de la mañana, tras una larga sesión de votaciones.
El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Mike Johnson
Pese al recorte de programas sociales, la norma incluye un aumento de 350.000 millones de dólares en gasto público, de los que 150.000 millones irán al Pentágono. Parte de esos fondos se destinarán al desarrollo de un sistema de defensa antimisiles —la llamada «Cúpula Dorada»— y a políticas de seguridad fronteriza y deportación de inmigrantes irregulares.
Uno de los elementos más llamativos de la ley es la creación de un nuevo «cheque bebé» de 1.000 dólares para los nacidos entre 2025 y 2029. El dinero se depositará en una cuenta de inversión a nombre del recién nacido que, según el texto legal, se denominará «cuenta Trump».
La aprobación del paquete fiscal ha tensado aún más a los mercados financieros. La rentabilidad del bono del Tesoro a 30 años, el principal termómetro de confianza en la deuda estadounidense, alcanzó el 5,14 %, niveles no vistos desde antes de la crisis financiera de 2008. La agencia Moody’s ya retiró la calificación máxima de la deuda estadounidense la semana pasada, advirtiendo de que las políticas fiscales del país van en dirección contraria a la estabilidad presupuestaria.
Si el Senado aprueba el texto sin cambios, la ley entrará en vigor antes de final de año. Si se introducen enmiendas, deberá volver a votarse en la Cámara baja. Sea como sea, Trump ha logrado reactivar uno de sus pilares ideológicos, una rebaja masiva de impuestos como símbolo de crecimiento económico, pese al creciente agujero fiscal.