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Una de las mesas redonda de la CPAC Hungría 2025

Una de las mesas redonda de la CPAC Hungría 2025@alapjogokert

Los conservadores reunidos en Budapest denuncian la «persecución» que sufren en España, Alemania y Francia

El caso español y los procesos judiciales contra Vox estuvieron en el centro del debate de la primera jornada del CPAC Hungría 2025

La primera jornada de la Conferencia de Acción Conservadora estuvo marcada por el discurso del primer ministro húngaro Víktor Orbán y sobre todo por su mención a España como uno de los países gobernados por el globalismo que está persiguiendo y reprimiendo a partidos opositores, como es el caso de Vox.

«Santiago Abascal es nuestro héroe español» señaló el primer ministro húngaro en sus palabras de apertura e inmediatamente agregó que «aunque en Francia y Alemania también sufren represión, en España se sufre la represión más fuerte de toda Europa». Lamentó que «es algo que no tiene precedentes» y apuntó sin ambages: «Si hubiera una competencia justa Vox lideraría España»

El Debate preguntó en Budapest al eurodiputado de Vox, Jorge Buxadé, sobre el comentario realizado más temprano por el primer ministro húngaro, quien equiparó la persecución contra el partido de Santiago Abascal a la que sufren partidos homólogos en Francia y Alemania.

Buxadé respondió: «Por desgracia Víktor Orbán ha dicho algo real y es que Alternativa por Alemania y los partidos patriotas y soberanistas en Europa sufren el acoso y la persecución, pero ahora mismo el partido más perseguido, más acosado por el poder, por el Estado profundo, por esos burócratas tanto en Bruselas como en el Gobierno de Sánchez a través de todas las instituciones que ha colonizado es Vox».

En respuesta, la CPAC es un foro antiglobalista internacional que representa «un proceso histórico para desmontar la locura woke» en la que «en vano elegimos a nivel nacional cuando los que deciden son burócratas en Bruselas, donde existe prácticamente un pantano» señaló durante el evento Miklós Szánthó, Director General del Centro de Derechos Fundamentales.

Szánthó agregó que «el régimen a cambiar es la élite globalista y nosotros somos la oposición que queremos cambiar las cosas y los aliados naturales del Trumpismo. Desde Budapest queremos conquistar la cumbre del poder para que así llegue la era de los patriotas».

Panorámica general de los asistentes a la CPAC 2025 en Budapest

Panorámica general de los asistentes a la CPAC 2025 en BudapestEl Debate

Los diferentes oradores de la primera jornada denunciaron «los intereses extranjeros que intentan socavar la soberanía de Hungría» y defendieron sin ambages que los valores de «Dios, patria y familia forma la trinidad sobre la que se basa nuestra civilización».

Así, el primer ministro de Georgia, Irakli Kobakhidze, señaló que «no es un delito amar a nuestra nación» y aclaró «somos europeos, pero al mismo tiempo queremos fortalecer nuestra nación y nuestra identidad nacional».

Kobakhidze coincidió con Orbán y Buxadé en que «está en acceso la agresión liberal» y explicó que «a través de la propaganda LGTBI promueven el odio y la división en nuestra sociedad». Así mismo detalló como «desde el estallido de la guerra en Ucrania, Georgia ha sufrido una presión enorme para tomar bando en la guerra sufriendo campañas mediáticas falsas desde hace años e incluso nos sancionan solo por decidir por nuestro propio país».

Otras de las voces más potentes en la idea de que es necesario la llegada de la «era de los patriotas» fue la del ex primer ministro de Australia Tony Abbott quien señaló que hay amenazas claras a la libertad como en los casos de Israel y Taiwán, pero que igual hay muchas amenazas igualmente peligrosas como las «fronteras abiertas y el wokismo»

Abbot reconoció que Hungría «es el único país que puso control a la inmigración ilegal y detuvo esta invasión pacífica» en la que «se puede perder un país sin una guerra» por tanto, para el líder australiano, «nuestro objetivo es reconstruir nuestra moralidad y reconocer nuestra identidad nacional».

Por otro lado, el exministro australiano, defendió la idea de «evitar que los gobiernos sean más grandes de lo necesario» y recordó que «nuestra civilización occidental se basa en dos principios fundacionales: somos creados por Dios a imagen y semejanza y debemos amar a nuestros semejantes».

Por su parte, Barbara Kolm, presidenta del Hayek Institute de Austria, celebró que «las fuerzas del sentido común reúnen sus fuerzas en el CPAC con el propósito de defender la libertad individual frente al centralismo y la concentración de poder en Bruselas donde unos comisarios no electos deciden el rumbo de Europa».

Así mismo, Gavin Wax, presidente del Club de jóvenes republicanos de Nueva York, hizo un llamamiento a «controlar las fronteras y renovar la Fe» y señaló que «en un mar de incompetentes, Hungría en un faro de esperanza y libertad»

Wax, muy cercano al presidente Trump planteó que «las experiencias de Estados Unidos y Hungría nos muestran el camino» para superar la «magia negra de la globalización en una lucha en la que prevaleceremos, porque ellos carecen de la Fe en el Señor».

Finalmente, el evento fue cerrado por el también estadounidense, Ben Chapiro, un famoso comentarista y líder de opinión conservador quien reiteró lo planteado por Orbán, Buxadé, Kobakhidze y muchos otros oradores de la primera jornada.

Chapiro señaló que los globalistas «atacan a la cultura judío-cristiana porque los liberales siempre lo han hecho y buscan imponer la idea de que el mundo occidental debe autodestruirse».

«Nos piden vivir con culpabilidad. Plantean que debemos humillarnos, pero la verdad es que la civilización occidental es buena» por eso, añadió Chapiro, debemos «combatir el secularismo y restablecer nuestros valores judeocristianos en el mundo occidental, pero esto no es posible sin Dios».

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