¿Quién es Melissa Hortman? Madre de dos hijos y con un máster en Harvard

La política de Minnesota está de luto. Melissa Hortman, expresidenta de la Cámara de Representantes estatal y figura central en la transformación política del estado en las últimas dos décadas, fue asesinada este viernes junto a su esposo en un ataque armado en su residencia de Brooklyn Park. Las autoridades han confirmado que se trata de un atentado dirigido, cuyas motivaciones aún se investigan.

Con 55 años, Hortman era mucho más que una legisladora. Para muchos en Minnesota, representaba la voz firme y supo liderar en tiempos de gran polarización. Durante su mandato como presidenta de la Cámara (2019–2025), impulsó reformas clave en energía renovable, salud pública, educación y control de armas. Fue la mujer que más tiempo ha ocupado ese cargo en la historia del estado.

Nacida en Fridley en 1970, Hortman estudió Ciencias Políticas y Filosofía en Boston University, se formó en Derecho en la Universidad de Minnesota y obtuvo un máster en Administración Pública en Harvard. Comenzó su carrera como abogada de ayuda legal y desde sus inicios se involucró activamente en su comunidad.

Su llegada al Capitolio de Minnesota en 2005 marcó el inicio de una carrera ascendente, siempre desde el Partido Demócrata-Campesino-Laborista (DFL). En 2017 asumió el liderazgo de la minoría en la Cámara y, tras una rotunda victoria electoral en 2018, se convirtió en presidenta del órgano legislativo. Su estilo –dialogante pero firme– fue clave para sacar adelante iniciativas que modernizaron el estado y protegieron a los sectores más vulnerables.

«Tenía un don para unir, no para dividir. Era una líder nata que escuchaba antes de hablar», señaló el senador estatal Juan Rodríguez, visiblemente afectado. «Su legado no es solo legislativo, sino profundamente humano».

En 2024, con una Cámara dividida en escaños entre demócratas y republicanos, Hortman fue clave en pactar un histórico acuerdo de gobernabilidad bipartidista. Su visión estratégica y apertura al diálogo la mantuvieron como figura central del poder legislativo hasta sus últimos días.

Hortman deja dos hijos, una comunidad profundamente conmovida, y un legado de servicio público difícil de igualar. Su nombre ya se pronuncia entre los grandes referentes de la política estatal, no solo por las leyes que impulsó, sino por la decencia con la que las defendió. Su muerte ha sacudido, sin lugar a dudas, el estado de Minnesota.