Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos
Estados Unidos vuelve a la carga contra España: Marco Rubio acusa a Sánchez de «ser un problema»
La ofensiva de Estados Unidos contra España continúa. Un día después de que Donald Trump criticara abiertamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por situar el límite de inversión en Defensa en el 2,1% del PIB, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha reforzado esa posición con declaraciones aún más explícitas. En una entrevista concedida a Politico, el secretario de Estado ha señalado a España como «un gran problema» dentro de la Alianza.
«El Gobierno español afirma que puede cumplir con sus compromisos con menos inversión, pero España enfrenta profundos desafíos políticos internos», ha afirmado Rubio. Según el jefe de la diplomacia estadounidense, el Ejecutivo de Sánchez —al que ha definido como «de centroizquierda»— muestra una voluntad limitada o nula de aumentar su gasto militar. «Han sido reticentes. No creo que el acuerdo al que ha llegado España sea sostenible y, francamente, eso los coloca en una posición muy complicada respecto a sus aliados y socios», ha añadido.
Paralelamente, la declaración final aprobada en la reunión central de la cumbre ha reforzado esa tesis. El texto, pactado por los líderes de los 32 países miembros, fija como meta común alcanzar un 5 % del PIB en gasto militar antes de 2035, y no menciona excepciones. Todos los aliados deberán presentar planes anuales que definan un «camino creíble y progresivo» hacia ese objetivo. La cifra se justifica, según la declaración, por las «profundas amenazas y desafíos a la seguridad», entre ellos la guerra de Rusia contra Ucrania y el terrorismo persistente.
Rubio ha lamentado que España haya sido «recalcitrante» durante las negociaciones previas y ha advertido que su actual posición «no es compatible» con el compromiso general asumido hoy. Aunque ha reconocido que España mantiene contribuciones en forma de tropas y formación, ha incidido en que «arrastra los pies en inversión» y que su negativa a sumarse plenamente al pacto «daña la cohesión interna».
Según la declaración oficial, el nuevo esfuerzo se estructurará en dos bloques: al menos un 3,5 % del PIB se dedicará a los requisitos fundamentales de defensa —como capacidades militares, infraestructuras y preparación—, mientras que el 1,5 % restante servirá para cubrir otros aspectos como resiliencia civil, innovación tecnológica, defensa digital e industria. El texto señala además que las ayudas directas a Ucrania contarán en el cómputo total del gasto militar de cada país, en un intento por armonizar esfuerzos y reforzar el respaldo a Kiev.
Marco Rubio junto a Donald Trump
Para España, la nueva realidad diplomática complica aún más el equilibrio interno. Sánchez ha llegado a esta cumbre con un margen político limitado para elevar el gasto militar, en un contexto de creciente desgaste por los escándalos de corrupción que afectan a su entorno. Asumir el objetivo del 5 % podría dinamitar los apoyos de investidura, como ya ocurrió en abril cuando el Consejo de Ministros aprobó un gasto extraordinario para alcanzar el 2 % del PIB, que generó críticas incluso dentro del propio Gobierno.
Desde Moncloa, por el momento, se mantiene la estrategia de evitar el choque directo con Estados Unidos y no responder públicamente a los ataques de Trump y Rubio. Pero tras la declaración de La Haya, y la creciente presión de Washington, la posición española queda cada vez más aislada dentro de la Alianza.