Gazatíes en una carretera de Salaheddin en Deir el-Balah
¿Realmente hay un genocidio en Gaza por parte de Israel como asegura Pedro Sánchez?
La mayoría de expertos consultados por El Debate coincidieron en que no se trata de un caso de genocidio, pero «sí una guerra cruenta»
El presidente de Gobierno Pedro Sánchez anunció el lunes una batería de medidas inmediatas para «defender» a Gaza ante el «genocidio» de Israel tales como la regulación del embargo de armas con destino al país hebreo.
Israel ha reaccionado inmediatamente con una dura respuesta de su ministro de Exteriores, Gideon Saar quien señaló al Gobierno de España de practicar un «antisemitismo institucionalizado» y prohibido la entrada en su país a dos representantes de Sumar en el Gobierno de coalición, la vicepresidenta y titular de Trabajo Yolanda Díaz y la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego.
Sin embargo ¿realmente hay un genocidio en Gaza por parte de Israel como asegura Pedro Sánchez? Para responder a esta pregunta, El Debate ha consultado a especialistas en temas internacionales para confirmar o descartar la polémica afirmación del presidente de Gobierno.
Florentino Portero, historiador y analista de relaciones internacionales
El presidente Sánchez busca la condena de Israel calificando su operación militar de genocidio, apoyándose en información proveniente de Hamás y de la ONU, responsable ésta última de mucho de lo que allí está ocurriendo. Es discutible el objetivo de la actual campaña israelí, de ahí que una parte de la sociedad, de los altos mandos militares y de inteligencia la rechacen, pues supondría una costosa, agotadora y prolongada ocupación, así como un ejercicio de limpieza étnica. Lo que no es tan discutible es que se ha llegado a esta situación por el rechazo palestino a hacer realidad los dos estados, alimentando el radicalismo en ambos campos.
En el plano militar nos encontramos con que la guerra la inició Hamás, que a pesar del daño sufrido todavía no se ha rendido y que, además, mantiene a un numeroso grupo de rehenes con los que intenta chantajear al gobierno israelí, enfrentándolo a su población. Mientras no deponga las armas es comprensible que las acciones continúen, con el coste en vidas y sufrimiento previsible.
No se está produciendo un genocidio, sencillamente nos encontramos ante un campo de batalla urbano ¿La destrucción de Gaza es mayor que la de Berlín o Nagasaky en 1945? ¿Es mayor el número de bajas civiles?
Berlín o Nagasaky fueron la consecuencia de la negativa a rendirse de Hitler e Hiro Hito, como lo que estamos viviendo en Gaza, sin duda un espectáculo terrible, es el resultado de la voluntad de Hamás de exponer a los gazatíes a un sacrificio del que esperan cosechar beneficios políticos. ¿Por qué no condenamos a los estadounidenses por lo que hicieron en Alemania y Japón y si lo hacemos con Israel por lo que está sucediendo en Gaza? ¿Qué tiene Hamás que no tenían ni el III Reich ni el Imperio Japonés?
Juan Rodríguez Garat, almirante retirado de la Armada española
El genocidio es un crimen especialmente grave que exige intencionalidad. No basta matar a mucha gente, ni siquiera si se trata de niños, para que se cometa un genocidio. Es preciso querer exterminar a un pueblo. ¿Existe esa intención en Israel? Algunos habrá que desearían imponer una «solución final» hitleriana al problema de Gaza. De hecho, puede apreciarse intención genocida en las declaraciones de algunos ministros del Gobierno de Netanyahu… pero también la hubo en sentido opuesto en los ministros del Gobierno de Sánchez que clamaron por la desaparición del Estado de Israel.
Solo una entre los 17 jueces de la Corte Internacional de Justicia dio credibilidad a la demanda de Sudáfrica contra Israel por genocidio
¿La razón? Netanyahu asegura que la guerra tiene dos objetivos, y ambos son legítimos: el rescate de los rehenes y la derrota de Hamás. Mientras no los alcance, puede acusarse a su Gobierno de crímenes de guerra —uno de ellos, la denegación de la ayuda humanitaria por largos períodos, ha sido reconocido por el propio primer ministro: y del otro, la falta de discriminación entre objetivos civiles y militares, tenemos indicios cada día— pero sin intencionalidad no hay genocidio. Y eso el Gobierno de España lo sabe… pero quizá confíe en que los votantes no.
Aquilino Cayuela, catedrático de Filosofía Moral y Política
Según cifras oficiales del Ministerio de Salud de Gaza cifra, hasta septiembre de 2025, en unas 66.000 personas las que han muerto en la guerra de Gaza. Hay que tener en cuenta que el ministerio de Salud de Gaza está dirigido por Hamás, con lo cual sus datos van a ser siempre interesado y, está claro, que no distingue entre muertes de combatientes y de civiles, en casi dos años de guerra.
No hay genocidio; sí una guerra cruenta y prolongada que está causando graves efectos colaterales a la población civil
Genocidio es la «intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal», es cierto que Israel quiere destruir a los combatientes de Hamás y que está librando una guerra cruenta contra un enemigo que usa tácticas asimétricas y, entre ellas, mantener un amplia población civil como escudos humanos: Por ejemplo, En Ucrania, cuando Rusia ataca con misiles, drones o artillería, los civiles se refugian en el subsuelo mientras los militares ucranianos se quedan en la superficie para hacer frente a los ataques. En Gaza, es al revés: Hamás se esconde en el subsuelo, se alimenta y se resguarda en su vasta red de túneles en lugar de abrirlos a los civiles para su protección. Esta clave es muy importante para entender la situación.
Tampoco las Fuerzas israelíes han bombardeado indiscriminadamente y sin previo aviso las zonas; han avisado sistemáticamente a los gazatíes para que evacuaran previamente, les han dado margen para desplazarse de las zonas en peligro.
Tampoco Hamás ni los gobiernos árabes del entorno han dado salida a la numerosa población civil atrapada en Gaza. Nunca Hamás ha aceptado las condiciones de Israel, liberando a los rehenes que mantiene vivos, por ejemplo y que hubiera propiciado las condiciones de paz en beneficio de sus propios civiles.
Gustavo Morales, periodista y escritor
La guerra de Israel en Gaza va camino de completar el segundo año desde el ataque del 7 de octubre de 2023 que legitimó la atroz réplica israelí al grupo palestino Hamás, que había sido favorecido previamente de forma insensata por Netanyahu para debilitar a la OLP de Arafat.
El Foro de Rehenes y Desaparecidos advirtió que la «expansión de los combates hace peligrar a quienes permanecen retenidos». También acusó al Gobierno de ignorar las advertencias de la cúpula militar y la clara voluntad de la mayoría de la población israelí, a la que insta a «detener este peligroso curso de acción», añadiendo que el gobierno «nos está llevando hacia una catástrofe colosal tanto para los rehenes como para nuestros soldados».
También 600 exfuncionarios de seguridad nacional declararon que es hora de ponerle fin a la guerra. Aducen que la idea de ocupar Gaza es sumirse en una situación hostil e insurgente y es perjudicial para la reputación de Israel sin un plan efectivo a largo plazo.
Dos ONG israelíes, Tselem y Médicos por los Derechos Humanos, han calificado la guerra en Gaza como un genocidio contra los palestinos
En categóricos informes, denunciaron una destrucción sistemática de la sociedad gazatí y acusan al Gobierno de imponer condiciones que imposibilitan la vida en la franja. Advierten que esta política se extiende a Cisjordania y critican a la comunidad internacional por su inacción.
Ya fuera del país hebreo, varias naciones han manifestado su rechazo al plan de ocupación, aliados de larga data de Israel como Alemania anunció que suspenderá las exportaciones de armas que puedan usarse en Gaza.