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Polish Foreign Affairs minister Radoslaw Tomasz Sikorski (C) gives a joint press after the Foreign Affairs Minister meeting at the NATO Headquarters in Brussels 07 December 2007. US Secretary of State Condoleezza Rice went into talks with Russian Foreign Minister Sergei Lavrov on Friday backed by strong NATO and EU backing for fresh UN sanctions against Iran's nuclear programme.  AFP PHOTO JOHN THYS (Photo by JOHN THYS / AFP)

El ministro de Asuntos Exteriores, Radoslaw Tomasz Sikorsk en rueda de prensa tras una reunión de la OTANAFP

Polonia reclama más compromiso a la OTAN: una zona de exclusión aérea sobre Ucrania

Continúa la alarma por los drones rusos utilizados en las recientes incursiones a Polonia aunque sean modelos de distracción sin carga explosiva

Desde que Rusia violara el espacio aéreo de la alianza Atlántica, la tensión política ha aumentado en toda Europa. El ministro de Asuntos Exteriores de Polonia, Radosław Tomasz Sikorski, sugería el pasado lunes que la OTAN debería imponer una zona de exclusión aérea sobre Ucrania para proteger a Europa de los drones rusos.

Polonia activó el 10 de septiembre una zona de exclusión aérea sobre su flanco hasta el 9 de diciembre y prohibió todo vuelo civil o no tripulado que pueda interferir con las operaciones militares de la alianza.

Rusia se saltó la prohibición y 19 drones suyos entraron en Polonia la noche del 10 al 11 de septiembre. Asimismo, otro avión no tripulado fue detectado e interceptado en la región de Rumanía el 13 de este mes.

A pesar de que no sobrevolaron áreas densamente pobladas, uno de los drones impactó contra un edificio civil y provocó el cierre temporal del aeropuerto de Lublin, lugar estratégico donde Polonia recibe material militar estadounidense con destino a Ucrania además del despliegue inmediato de cazas F-35 en Polonia y F-16 en Rumania.

La OTAN ha activado su artículo 4, que implica la consulta y refuerzo colectivo inmediato frente a posibles amenazas y ha movilizado cazas y sistemas de defensa terrestres para aumentar la vigilancia en los países fronterizos. Además, miembros de la alianza han comprado nuevos sistemas PATRIOT de defensa aérea con la intención de donarlos a Ucrania.

El ministro de Asuntos Exteriores polaco pretende ir más allá con su propuesta para establecer una zona de exclusión aérea.

Esta medida ya fue discutida por la OTAN tras la propuesta del presidente ucraniano Volodymir Zelensky cuando se produjo la primera invasión rusa a gran escala en Ucrania, aunque finalmente fue descartada.

Los drones rusos utilizados en las recientes incursiones a Polonia son modelos de distracción sin carga explosiva, utilizados para el reconocimiento al contrario que los Shahed/Geran, que sí llevan explosivos. Los utilizados ahora tienen la función de saturar la defensa aérea y que Ucrania y los países aliados gasten sus misiles más potentes y caros en su interceptación.

Si Rusia posee unos drones tan potentes, ¿por qué utiliza otros sin carga explosiva?

El objetivo actual de Putin es observar los protocolos, límites de actuación y debilidades de la coordinación aliada, además de enviar mensajes de presión y disuasión a Occidente.

Quiere probar los tiempos de respuesta y la capacidad de vigilancia de Estados Unidos y sus aliados, medir la eficacia de las defensas y generar tensión política.

Esta estrategia le permite comprobar hasta dónde está dispuesta a llegar la OTAN sin entrar en una confrontación directa. Una jugada que no responde a la mera casualidad, sino que está medida al milímetro por el Kremlin.

A pesar de este último movimiento, Rusia ha multiplicado en los últimos meses la fabricación de drones Shahed, permitiendo así ataques masivos sobre Kiev con récords de hasta aproximadamente novecientos drones sobrevolando el cielo de Ucrania al amparo de la oscuridad.

Los Shahed, de origen iraní, tienen una carga explosiva habitual de cuarenta-cincuenta kg con un alcance de mil a dos mil km y una velocidad estimada de ciento ochenta a doscientos km/h.

La producción de este tipo de drones es posible gracias a los acuerdos comerciales con países como China, que ayuda activamente a evitar el embargo de materiales que sufre Rusia.

Los ataques sobre Ucrania se han basado hasta ahora en decenas de drones kamikaze, misiles y drones de distracción, usando modelos desechables para agotar la munición antiaérea ucraniana y detecta sus vulnerabilidades para saturar sus defensas.

Los drones kamikaze se despliegan en grandes grupos y utilizan múltiples rutas de aproximación dificultando así la defensa enemiga y facilitando su desgaste.

En algunas ocasiones, estas rutas pasan cerca de países OTAN como Polonia o Rumania. Esto provoca incidentes como los de la pasada semana pasada o el impacto de misiles de defensa aérea ucranianos S300 que intentan interceptar estas amenazas llegando a causar bajas civiles.

Ucrania, por su parte cuenta con helicópteros adaptados como los Mi-8, cazas de varios modelos y sistemas PATRIOT o IRIS-T, estos últimos empleados para derribar amenazas más importantes como los misiles balísticos debido a su elevado coste de uso.

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