Navy Pillay, presidenta de la Comisión
EE.UU. rechaza el informe de la ONU sobre Gaza: «Presenta mentiras en beneficio de Hamás»
«Hace tiempo que se debería haber eliminado y puesto fin a su caza de brujas antisemita»
Estados Unidos volvió a ejercer este jueves su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para frenar una resolución que pedía un alto el fuego en la Franja de Gaza. La decisión vino acompañada de duras críticas a un informe de una comisión de Naciones Unidas que acusa a Israel de haber cometido actos genocidas.
«Consideramos que se trata de un informe difamatorio que carece de credibilidad. Presenta mentiras y distorsiones en beneficio de Hamás», afirmó Morgan Ortagus, representante estadounidense ante el Consejo, en una intervención que no pasó desapercibida.
Ortagus señaló que los comisionados responsables del documento tienen «antecedentes de parcialidad», y sostuvo que el trabajo de la comisión «viola las propias normas» de Naciones Unidas. «Hace tiempo que se debería haber eliminado y puesto fin a su caza de brujas antisemita», sentenció.
El informe en cuestión fue elaborado por la Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU, dirigida por Navi Pillay, expresidenta del Tribunal Penal Internacional para Ruanda. Según sus conclusiones, las fuerzas de seguridad israelíes habrían incurrido en cuatro de los cinco actos que constituyen genocidio según el derecho internacional: asesinatos, daño físico o mental grave, condiciones de vida destinadas a destruir a la población palestina parcial o totalmente, e imposición de medidas para impedir nacimientos.
La investigación parte del ataque perpetrado por Hamás el 7 de octubre de 2023, y examina las acciones posteriores del Estado israelí en Gaza.
La resolución vetada por Washington pedía un alto el fuego inmediato, la liberación de los rehenes israelíes y la entrada urgente de ayuda humanitaria en la Franja. Sin embargo, para Estados Unidos, el texto «no condena a Hamás ni reconoce el derecho de Israel a defenderse y legitima erróneamente las falsas narrativas que le benefician», tal y como explicó Ortagus.
El representante de Israel, Danny Danon, reforzó ese argumento al criticar que el documento no mencione que «todos los actos de terrorismo son criminales e injustos», ni que el ataque de Hamás del 7 de octubre «debe ser condenado». También negó que el hambre en Gaza sea resultado de una política israelí, a pesar de que en agosto pasado la Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria (CIF) declaró la existencia de hambruna en el norte del enclave.
Por su parte, el embajador palestino, Riyad Mansour, lamentó el bloqueo de la resolución y calificó de «doloroso» que el Consejo de Seguridad, una vez más, no logre «desempeñar el papel que le corresponde ante estas atrocidades». Aseguró que el rechazo impide brindar protección a la población civil palestina «ante el genocidio».
En medio de la división internacional sobre Gaza, el lenguaje se endurece, los informes se desacreditan, y el Consejo permanece bloqueado.