Barcos militares turcos durante las maniobras este martes
Egipto y Turquía realizan ejercicios militares conjuntos por primera vez en 13 años
Bautizado como Mar de la Amistad y previsto hasta el 26 de septiembre, incluye el despliegue de fragatas, submarinos, aeronaves F-16 y embarcaciones rápidas
Egipto y Turquía iniciaron este lunes unas maniobras navales conjuntas en el Mediterráneo oriental, las primeras en trece años, en un gesto que simboliza el deshielo de las relaciones entre ambos países tras una década marcada por tensiones diplomáticas y rivalidades regionales.
El ejercicio, bautizado como Mar de la Amistad y previsto hasta el 26 de septiembre, incluye el despliegue de fragatas, submarinos, aeronaves F-16 y embarcaciones rápidas por parte de ambas armadas, que buscan reforzar la interoperabilidad militar y proyectar una imagen de cooperación en un entorno geopolítico altamente sensible.
La reanudación de estos entrenamientos supone un hito relevante en el acercamiento iniciado en 2023, cuando Ankara y El Cairo restablecieron sus embajadas tras años de desencuentros.
La fractura se produjo en 2013, cuando el entonces presidente egipcio Mohamed Morsi, aliado de Turquía y vinculado a los Hermanos Musulmanes, fue depuesto por un golpe militar en Egipto. Desde entonces, ambos gobiernos se enfrentaron también en el tablero libio y en disputas por los recursos marítimos y energéticos del Mediterráneo oriental.
Ahora, sin embargo, las dos capitales han apostado por un diálogo pragmático que, además de facilitar la cooperación política y económica, se traslada al ámbito castrense. La celebración del Día del Observador Distinguido el 25 de septiembre, con la presencia de altos mandos navales, busca dar visibilidad a una maniobra que Ankara y El Cairo presentan como un símbolo de reconciliación.
Más allá de la vertiente técnica, el mensaje político es evidente: Egipto y Turquía intentan mostrar que son capaces de superar años de hostilidad para coordinarse en un Mediterráneo oriental marcado por tensiones con Israel, Grecia y Chipre, así como por la inestabilidad derivada de la guerra en la franja de Gaza y la invasión rusa de Ucrania. El gesto, además, se enmarca en una tendencia regional hacia la distensión, en la que antiguos rivales buscan fórmulas de cooperación frente a desafíos comunes como la seguridad energética, el terrorismo o la migración.
