Cristina Fernández de Kirchner minutos antes del atentado fallido
Condenan a 10 años de prisión al principal acusado del intento de asesinato contra la expresidenta Cristina Kirchner
El tirador confeso, que ya está condenado a cuatro años de cárcel por pornografía infantil, formaba parte de un grupo callejero que se hacía llamar Los Copitos
La Justicia de Argentina ha condenado este miércoles a Fernando Sabag Montiel, principal acusado del intento de asesinato contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, a diez años de cárcel por disparar a escasos centímetros del rostro de la exmandataria en las inmediaciones de su propio domicilio el 1 de septiembre de 2022.
La Fiscalía había pedido contra el autor material de los hechos -quien ya confesó en junio de 2024 que quiso matar a la expresidenta por «ladrona, asesina y corrupta»- una pena de 15 años por homicidio triplemente agravado por alevosía, violencia de género en su modalidad de violencia política y empleo de un arma de fuego.
El tirador confeso, que ya está condenado a cuatro años de cárcel por pornografía infantil, formaba parte de un grupo callejero que vendía algodón dulce en las puertas de los colegios y que se hacía llamar informalmente Los Copitos.
Sabag Montiel visitó varias veces el barrio de Recoleta, en Buenos Aires, días antes del atentado. Según las investigaciones, el arma utilizada por el tirador, una pistola de calibre 32, funcionaba perfectamente, si bien ninguna de las balas pasó a la recámara.
Su entonces novia Brenda Uliarte, de 26 años, deberá cumplir ocho años de prisión por haber sido «partícipe necesaria», dijo la jueza.
En sus últimas palabras antes de escuchar la sentencia, Sabag se refirió a otros casos vinculados a la política y evocó conspiraciones de forma confusa: «Toda esta causa estuvo armada y eso se sabe», dijo.
«Si me piensan desaparecer (al enviarlo a prisión), es algo que tienen que pensar porque no puede pasar a la ligera», prosiguió. De su parte, Uliarte se negó a hablar.
La justicia absolvió a un tercer imputado, Nicolás Carrizo, que había sido acusado de planificar el ataque. «Estos tres años nadie me los va a devolver», lamentó Carrizo.
El intento de magnicidio se produjo en medio de las tensiones políticas en el país tras la petición de la Fiscalía de condenar a la exmandataria a 12 años de cárcel por varios delitos de corrupción en un caso en el que finalmente fue condenada a seis años de cárcel e inhabilitación perpetua para asumir cargos públicos.