El presidente estadounidense Donald Trump se dirige al parlamento israelí, la Knéset, en Jerusalén
Trump proclama ante la Knéset «el amanecer histórico de un nuevo Oriente Medio» y pide indultar a Netanyahu
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó este lunes a Israel para dirigirse a la Knéset –Parlamento israelí–, coincidiendo con la liberación de los últimos 20 rehenes israelíes vivos aún en manos de Hamás y los cuerpos sin vida de otros 28, aunque se desconoce cuántos de estos últimos serán devueltos hoy. Mientras los cautivos pisaban, tras más de dos años, suelo israelí, Trump, ante un rebosante Parlamento, aseguró que estamos ante la «edad de oro de Israel y de todo Oriente Medio». Asimismo, y ante los casos de corrupción que debe hacer frente el primer ministro hebreo, Benjamin Netanyahu, el republicano pidió al presidente del Estado judío, Isaac Herzog, un indulto para su amigo Bibi.
«Esto no es solo el fin de una guerra, es el fin de una era de terror y muerte y el comienzo de una era de fe, esperanza y de Dios», prorrumpió. «Tras dos años angustiosos en la oscuridad y el cautiverio, 20 valientes rehenes regresan al glorioso abrazo de sus familias. Veintiocho seres queridos más regresan por fin a casa para descansar en esta tierra sagrada para siempre», señaló el presidente estadounidense. Así, destacó que por fin «las armas han callado», añadió que la región vive ahora «en paz» y que, con suerte, seguirá así «por la eternidad». «El Estado de Israel es fuerte y prosperará para siempre», declaró y subrayó que por eso es uno de los «mejores aliados de Estados Unidos».
Trump aprovechó su intervención para dirigirse directamente al primer ministro de Israel a quien describió como «un tipo duro», pero aclaró: «Eso es lo que le hace grande». También agradeció el papel de sus enviados especiales, Steve Witkoff y su yerno Jared Kushner, quienes estuvieron presentes durante las negociaciones en la ciudad balneario egipcia de Sharm el-Sheij, donde finalmente la semana pasada Israel y Hamás pactaron el alto el fuego y la implementación de la primera fase del acuerdo de paz de Trump para la franja de Gaza.
El discurso de Trump, sin embargo, se vio interrumpido por dos diputados de un partido árabe que sostenían un cartel reclamando el reconocimiento del Estado de Palestina. Ayman Odeh y Ofer Cassif fueron expulsados de inmediato de la Knéset por varios miembros de seguridad. «Muy efectivo», bromeó el mandatario estadounidense, y prosiguió su discurso desde donde lo había dejado, elogiando a sus más férreos asesores, entre ellos al secretario de Estado, Marco Rubio, presente en la Knéset. «Este es el amanecer histórico de un nuevo Oriente Medio», proclamó Trump, entre vítores y aplausos.
Trump también ensalzó a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y su capacidad militar, y confesó que Netanyahu le llama «tantas veces pidiendo armas». «Tantas que Israel se hizo fuerte y poderoso... eso fue lo que condujo a la paz», insistió. Hizo referencia al bombardeo estadounidense contra las instalaciones nucleares de Irán el pasado mes de junio y anunció que «hay una oportunidad para firmar la paz». En su habitual verborrea, tuvo tiempo para abordar la invasión rusa de Ucrania, señalando que ahora toca poner fin a la guerra en Europa.
Previamente al discurso del republicano –convirtiéndose en el cuarto presidente de Estados Unidos en hablar ante el Parlamento israelí–, Netanyahu se dirigió a la Knéset para alabar la figura del estadounidense y señalar que juntos «lograremos esta paz». «Espero continuar nuestro camino juntos, en el sendero que pavimentamos con los Acuerdos de Abraham. Bajo su liderazgo, podremos forjar nuevos tratados de paz con los países árabes de la región y con naciones musulmanas más allá de ella». Trump, para concluir su discurso, aseguró que Hamás será desarmado y no volverá a ser una amenaza para Israel.
Nada más terminar su discurso ante la Knéset en un día histórico para Israel, Trump se subió de nuevo a su Air Force One para dirigirse a Egipto donde estará presente para la firma oficial del acuerdo de paz que pone fin a más de dos años de guerra en Gaza y sienta las bases para el futuro del enclave palestino. «Hemos ganado, reconstruyamos Israel y disfrutemos de nuestros logros», pidió el republicano, que dedicó unas pocas palabras a los palestinos, a quienes reclamó que se alejen «para siempre de la vía del terrorismo».