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Pedro Sánchez y el primer ministro de Portugal, Luís Montenegro

Pedro Sánchez y el primer ministro de Portugal, Luís MontenegroEFE

El primer ministro de Portugal carga contra Sánchez: «No es un ejemplo ni un referente para mí»

Montenegro reaccionó después de que André Ventura reprochara al Ejecutivo haber aceptado una subida de impuestos sobre los carburantes y acusara al primer ministro de no plantarse ante Bruselas

El primer ministro de Portugal, Luís Montenegro, ha lanzado este lunes una dura crítica al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a quien aseguró que no considera «ni un ejemplo ni un referente político». Las declaraciones se produjeron durante el debate parlamentario de los Presupuestos de 2026, en el que el mandatario portugués respondió con contundencia a una intervención del líder de Chega, André Ventura.

Montenegro reaccionó después de que Ventura reprochara al Ejecutivo haber aceptado una subida de impuestos sobre los carburantes incluida en el borrador presupuestario y acusara al primer ministro de no plantarse ante Bruselas como –según afirmó– habría hecho Sánchez.

«Vivo en Portugal, voy por la calle en Portugal y no tengo nostalgia del país de hace 51 años. Tampoco el presidente del Gobierno español, mi estimado colega, es un ejemplo o un referente político para mí ni de gestión de país», sentenció Montenegro, entre aplausos de parte del hemiciclo.

Este intercambio entre ambos dirigentes posteriormente derivó en un duro enfrentamiento sobre la memoria de la dictadura portuguesa, donde Ventura insistió en su idea de que «si tuviésemos uno, dos o tres Salazares habría menos corrupción», en alusión al dictador António de Oliveira Salazar. Montenegro replicó de inmediato asegurando que «la dictadura no combate la corrupción. La dictadura es, ella misma, la corrupción».

En un tono irónico, Montenegro añadió: «Si el señor diputado quiere juntar a tres Salazares con tres Pedro Sánchez, esa es su opción, no la mía». Durante su intervención, el primer ministro también defendió la reforma del sistema migratorio impulsada por su Gobierno, que, según él, busca «reforzar la seguridad y garantizar que quienes no cumplan las reglas sean devueltos a sus países de origen».

El debate sobre los presupuestos, que se extenderá a lo largo de la semana, se presenta como una de las pruebas más delicadas para el Ejecutivo de Montenegro, que gobierna en minoría tras imponerse por un estrecho margen en las elecciones del pasado marzo.

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