Fundado en 1910

Se calcula que vaciar el bombo de premios y completar las tablas requiere entre tres horas y media y cuatro horas

Quién decide la hora de inicio del sorteo de la Lotería de Navidad y por qué

Cualquier asistente tiene el derecho, garantizado por la normativa, de solicitar examinar cualquier bola antes de que estas sean volcadas desde las liras a la tolva

La puntualidad británica con la que, año tras año, las bolas comienzan a girar en el Teatro Real no es fruto del azar ni de la parrilla televisiva, sino de un reglamento estricto diseñado por la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado (SELAE).

De hecho, aunque son millones los espectadores que encienden la televisión esperando el primer número, la decisión final sobre el «minuto cero» recae sobre una figura poco conocida pero fundamental: el Presidente de la Mesa, quien tiene la potestad última de autorizar el comienzo una vez se han cumplido todos los protocolos de seguridad previos.

La elección de las 9:00 de la mañana (aproximadamente) como hora de inicio responde a una necesidad puramente logística y matemática. A diferencia de otros sorteos que duran apenas unos minutos, la Lotería de Navidad es un maratón de resistencia.

El sistema tradicional de dos bombos —uno gigante para los 100.000 números y otro menor para los 1.807 premios— obliga a una extracción manual lenta y ceremoniosa. Se calcula que vaciar el bombo de premios y completar las tablas requiere entre tres horas y media y cuatro horas.

Empezar más tarde, por ejemplo a mediodía, empujaría el final del evento hasta bien entrada la tarde, diluyendo la atención mediática y complicando la logística de gestión de datos para las administraciones que deben empezar a pagar premios esa misma tarde.

El horario es un equilibrio perfecto

Sin embargo, aunque la hora oficial de inicio ronda las 9:00, el «reloj» del sorteo se activa mucho antes, a las 8:00 de la mañana. Es en ese momento cuando se abren las puertas del Teatro Real para que entre el público y se constituye la mesa que preside y fiscaliza el acto.

Durante esa hora previa ocurre un ritual vital que justifica el horario: la exposición pública de las bolas. Cualquier asistente tiene el derecho, garantizado por la normativa, de solicitar examinar cualquier bola antes de que estas sean volcadas desde las liras a la tolva y, finalmente, al bombo.

Por tanto, el horario es un equilibrio perfecto entre la transparencia jurídica y la necesidad televisiva. Se necesita esa hora previa de margen (de 8:00 a 9:00) para garantizar que no hay trampa ni cartón ante notario, y se necesita empezar temprano para asegurar que, cuando lleguen los informativos de mediodía, el Gordo ya haya salido.