Gasolineras eléctricas, descubre qué haremos mientras nuestros coches recargan

Imaginas que cada vez que echaras combustible tuvieras que esperar entre una y dos horas en la gasolinera para repostar… imposible ¿verdad? Pues esto es exactamente lo que ocurre cada vez que vas a recargas la batería de tu coche eléctrico o híbrido en una electrolinera actual. Siempre que tengas la suerte de dar con una en funcionamiento en tu ruta.

Es cierto que progresivamente los fabricantes van acortando los tiempos de recarga de los automóviles eléctricos, pero también es cierto algo que nadie te cuenta; las baterías no admiten cargas rápidas con demasiada asiduidad, salvo que quieras forzarla hasta que se rompa, de hecho no son pocos los fabricantes que limita el número de cargas rápidas anuales a las que puedes someter al vehículo, y si lo superas perderás la garantía. Y merece la pena recordar que la batería es, de largo, el elemento más caro y complicado en un coche eléctrico.

Desde Canadá nos llega este proyecto de electrolinera sostenible que en breve pasará a hacerse realidad. Hablamos de un centro de recarga, nada que ver con el concepto gasolinera, que contará con multitud de opciones de ocio interior que aún están en fase de debate.

Por el momento está claro que nos encontraremos con una sala fitness, gimnasio, para hacer nuestro entreno diario, una sala de juegos, una sala de descanso, cafetería, galería comercial, espacio para trabajar tipo coworking…. Y ¿por qué no una capilla, biblioteca, una sala de cine….? Las posibilidades son infinitas.

En cuanto a su diseño se respeta una fisionomía circular, con una gran techumbre de madera cargada de células fotovoltaicas para aprovechar el sol. Los coches aparcan bajo una marquesina y cada plaza cuenta con su propio cargador con múltiples velocidades de recargas, en función de nuestras necesidades. Lógicamente, a menor tiempo de recarga mayor es el costo del kilowatio…

Este es el resultado de un concurso promovido por la web canadiense de motor Electronic Autonomy entre arquitectos e ingenieros multidiscipinares para que desarrollaran su electrolinera ideal. El ganador ha sido el escocés James Silvester, con el proyecto More with Less.