Conviene desconfiar de los cargadores públicos
Seguridad
La patronal del coche eléctrico advierte del nuevo timo en el que están cayendo sus dueños al recargar
La Policía también alerta de este método que ha llegado ya a España y con el cual están estafando a propietarios de vehículos híbridos y eléctricos
El mundo de los coches eléctricos ha llegado para quedarse, aunque por el camino la transición necesaria que debe afrontar el sector pase por los híbridos, estos últimos se dividen a su vez en enchufables y no enchufables.
Excepto los híbridos autorrecargables, todos los demás electrificados tienen en común que antes o después deben pasar por un cargador eléctrico, un punto en el que ‘repostar’ sus vehículos para poder enfrentarse de nuevo al tráfico.
La clave: los cargadores
Se trata de un gesto más o menos incómodo en función de los cargadores que tengamos a mano, pero a día de hoy la realidad es que comprarse un coche eléctrico si no disponemos de cargador en casa o en el trabajo es absurdo.
La clave está en las pegatinas del poste de recarga
Hay que tener en cuenta que el precio de las recargas en los cargadores públicos es equivalente al de la gasolina, con lo que realmente no estaríamos ahorrando nada de dinero, una de las principales virtudes de los coches eléctricos si cargamos en casa.
El timo del kilovatio
Por si esto fuera poco las fuerzas de seguridad y AEDIVE (Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso dela Movilidad Eléctrica) dan cuenta de un timo importado de Francia que ya se estaba dando en España. El sistema es extremadamente sencillo, los amigos de lo ajeno colocan un código QR en los cargadores que si lo enfocamos con el móvil activa una pasarela de pago a su cuenta corriente.
Esto quiere decir que aunque el conductor cree que está pagando a la compañía de recarga, realmente está pagando a estos estafadores. Se trata de un truco extremadamente sencillo pero que sorprende por el elevado grado de éxito que tiene.
La clave está en el códido QR que usamos de plataforma de pago
Hasta el momento ya se había detectado en alguna gasolinera, pero hay que tener en cuenta que los cargadores están colocados en lugares más solitarios, por lo que es aún más sencillo engañar a sus usuarios al carecer de asistencia técnica in situ.
En este caso el único consejo válido para evitarlo es fijarse bien en cada detalle del proceso de pago, desde que los mensajes estén escritos en correcto castellano y sin faltas de ortografía hasta que la url a la que accedemos gracias al código QR esté verificada. Ante la menor duda es obligado detener el proceso de pago.