Las dos limusinas de Biden en la parte frontal de la caravana, en cuarta y quinta posición, tras un vehículo del servicio secreto
Motor
Arsenal rodante, dos limusinas, SUV de guerra electrónica... así es la caravana que moverá a Biden por Madrid
Los más de 50 vehículos que componen el séquito de Biden cada vez que se mueve por el mundo están ya en la capital
La información que rodea a Biden, su llegada a Madrid y sus movimientos por la capital forman parte de materia reservada, algo que sólo conocen un puñado de personas de su servicio secreto. Lo que sí se sabe a día de hoy es que su caravana de coches se encuentra ya en la capital a buen recaudo.
Una caravana que tendrá que recorrer varías veces los 13 kilómetros que separan la embajada norteamericana ubicada en la calle Serrano, es posible que Biden duerma allí, de los recintos feriales IFEMA. El contingente de vehículos está formado por más de 50 unidades, que suelen moverse por el mundo a bordo de aviones Hercules de la US Air Force, siempre de forma sigilosa e indetectable.
La Bestia no viaja sola
Entre la flota de 50 coches que ha mandado a Madrid, la gran estrella es La Bestia (The Beast) la limusina presidencial. Lo que no es tan conocido es que la Bestia no suele viajar sola, sino que normalmente en las caravanas del presidente de los Estados Unidos suele haber mínimo de dos y tres Cadillac One, este es su nombre comercial.
Cadillac One, la limusina que Biden heredó de Trump
En efecto, se trata de un Cadillac que estrenó Trump en 2018. Un coche fabricado ex profeso por GM, propietaria de Cadillac, y del que se fabricaron en su día una docena de unidades. Cada una tiene un coste en torno a 1,5 millones de euros.
Idea de Obama
El primer presidente en estrenar La Bestia fue Obama. Al que siguió Trump con la segunda generación, 2018, que fue encargo personal de Obama pero que nunca llegó a usar.
Biden la heredó al llegar a la presidencia, aunque dicen que el departamento secreto de los Estados Unidos ha llevado a cabo un profundo trabajo de puesta al día en materia de contramedidas electrónicas, conexiones vía satélite y añadió incluso un cañón de gases lacrimógenos bajo el paragolpes delantero para evitar tumultos y manifestaciones.
Aunque lógicamente la información es top secret, sabemos que La Bestia pesa entre 7.000 y 9.000 kilogramos. Su velocidad máxima es de 100 kilómetros/hora y su motor V8 gasta unos 30 litros a los 100 kilómetros. Cuenta con un grosor de carrocería de 20 centímetros, de los que 13 son de blindaje, con diversas capas de cerámica, titanio y aluminio.
Blindaje de 20 centímetros
Resiste ataques con todas las armas y subfusiles conocidos e incluso de lanzagranadas. Las ruedas están reforzadas con kevlar y son impinchables. Las ventanillas tienen más de 10 centímetros de grosor, por lo que solo las del presidente se pueden bajar y tan sólo unos centímetros.
El interior está configurado para siete ocupantes, configuración 2+3+2. El presidente tiene el mando para bajar la ventana que lo separa del conductor y que también es blindada, para aislar por completo la zona donde él está. Está preparada para posibles ataques químicos con filtros e incluso tiene un sistema de respiración autónoma de 20 minutos para que puedan sobrevivir bajo el agua.
Dispone de ametralladoras que permiten disparar desde el interior con el coche completamente cerrado. E incluso dicen que cuenta con reservas de sangre del propio presidente por si necesita una transfusión.
La caravana, al completo
Pero La Bestia nunca viaja sola, sino que se integra en una caravana formada por más de 20 vehículos. En este caso, en sus traslados por la capital abrirán el paso motocicletas de la Policía Municipal o de la la Guardia Civil.
Vehículo de apertura
Tras las motos irá una berlina potente de acción rápida, un coche de apoyo muy veloz para buscar salidas de emergencia o rutas alternativas. En él suele viajar el jefe del dispositivo de seguridad.
Responsable del dispositivo
Vehículos de apoyo tipo SUV
Detrás comienzan los vehículos de apoyo, en torno a los 20 coches tipo SUV GM y Ford en los que viaja el servicio secreto. También puede que haya algún vehículo de apoyo del servicio secreto local para labores de colaboración. En la última cumbre climática de Glasgow, UK, se contaban varios Range Rover del servicio secreto británico.
Range Rover del servicio secreto local seguido por un SUV norteamericano
Las Bestias y Biden (se supone)
Ahora llega lo bueno, no hay una sola limusina presidencial, la caravana está compuesta por dos Cadillac One, difícil sabes cuál lleva al presidente y cual a sus asesores. O incluso cabe la posibilidad de que el presidente no viaje en ninguna. Son el cuarto y el quinto vehículo de la comitiva.
Las dos limusinas Cadillac One
Minibús
Contamos hasta dos minibuses y un autobús convencional para todo su equipo, asesores... y personal de servicio del presidente.
Dos minibuses y un autobús convencional
Vehículo arsenal
El servicio secreto y los agentes de seguridad de la comitiva, un verdadero ejército, lleva un completo arsenal rodante en este vehículo blindado, con reservas suficientes y munición como para empezar una guerra.
Vehículo arsenal, casi cerrando la caravana
SUV de guerra electrónica
Vehículo antimedidas electrónicas, de comunicaciones e inhibidor de frecuencias
No podían faltar dos SUV de contramedidas electrónicas, uno en la parte delantera de la caravana, tercer vehículo, y otro cerrándola. Es habitual que en sus proximidades no funcionen ni siquiera los teléfonos móviles y algunos sistemas de los coches.
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