El féretro de la Reina Isabel II a su llegada a la base aérea de Northolt
Cortejo fúnebre
El error de protocolo que jamás hubiera perdonado Isabel II
Si hay algo que se cuida en el Reino Unido son los detalles, es inexplicable el error que se produjo en el cortejo fúnebre durante su traslado
Ni Rolls Royce ni Bentley ni MG ni siquiera Range Rover…. El último coche elegido para trasladar a la Reina hasta el Palacio de Buckingham ha sido un Jaguar XF fúnebre.
Todo un desagravio a las dos primeras etapas de su traslado y velatorio antes de descansar en la Abadía de Westminster, cuando el ataúd fue exhibido públicamente a bordo de un coche alemán; en concreto de un Mercedes.
Como manda la tradición
Fallecida el día 8 de septiembre, el féretro con sus restos salía del Palacio de Baltimore camino de Edimburgo el mismo día 11, en un cortejo fúnebre por tierra y aire que aún durará hasta el 19 de septiembre, cuando su cuerpo finalmente llegue a la Abadía de Westminster. Allí reposará para la eternidad.
La escultura de San Jorge y el dragón preside el capó del Jaguar fúnebre
Es sabido que su Graciosa Majestad era una amante de los coches, especialmente de los británicos. De hecho, no era fácil verla al volante de coches que no fueran de origen y fabricación british, una verdadera declaración de intenciones con la maltrecha industria británica del automóvil.
Como curiosidad, la Reina condujo durante más de 70 años sin tener carnet de conducir, privilegios de su cargo. Jaguar, Land Rover, Rolls Royce, Bentley… Prácticamente todos los coches fabricados en UK tenían cabida en su garaje. Incluso algún Ford de fabricación local. Su afición venía de sus años como mecánica durante la Segunda Guerra Mundial.
Cortejo fúnebre
Alguien muy poco detallista, dispuso un cortejo fúnebre el mismo día 11 presidido por el cuerpo de la propia Reina a bordo de un Mercedes Clase E fúnebre. Efectivamente Mercedes se trata del coche funerario por excelencia, pero no el adecuado en esta ocasión.
Alguien debería explicar por qué se eligió un coche fúnebre Mercedes
En Europa, más del 80 % de la flota de coches fúnebres son Mercedes, lo que no quita que no creemos que Isabel II hubiera elegido un Mercedes para su último viaje oficial. La situación se repitió a su salida de Baltimore camino de la Catedral de Edimburgo.
Posteriormente, la volvieron a trasladar en un Mercedes hasta el aeropuerto de la localidad para emprender viaje al aeropuerto militar de la Royal Air Force de Northolt en Londres, antes de llegar a Buckingham Palace.
Honores militares
Fue en este momento cuando ocho miembros de la Guardia Real descendieron del inmenso Boeing C17 de la fuerza aérea RAF con el ataúd al hombro y lo introdujeron en un vetusto y elegante Jaguar XF con carrocería de coche fúnebre. Tal y como hubiera sido su deseo durante todo el cortejo fúnebre.
Un armón de artillería tirado por caballos para llegar hasta el Palacio de Westminster
Un Jaguar que como ella misma mandaba, llevaba su escudo personal, San Jorge luchando contra el dragón, esculpido en plata sobre el capó. Ahora la capilla ardiente permanecerá abierta durante cuatro días en el Palacio de Westminster, para que el pueblo británico pueda darle su último adiós.
Isabel II fue trasladada hasta allí en un armón de artillería tirado por seis caballos. El 19 será finalmente enterrada en la Abadía de Westminster.
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