Atención a las nuevas señales sonoras de la DGT
Seguridad vial
La DGT comienza a usar señales sonoras: cómo son y cuál es su significado
Con la combinación de diversos sentidos la DGT pretende que aumentemos nuestra precaución al volante, especialmente en este caso
Más allá de las señales tradicionales, ya sean horizontales, verticales o luminosas, la DGT experimenta con nuevos formatos para ampliar su significado y sobre todo su eficacia.
En este caso hablamos de las señales sonoras o acústicas. En cierta manera las señales acústicas ya se usan desde hace años, cuando los semáforos comenzaron a emitir diferentes tipos de 'silbidos' para que los peatones con problemas visuales pudieran cruzar sin peligro.
Semáforos musicales
En este caso la DGT va un paso más allá y en colaboración con la Junta de Andalucía ha creado unas nuevas señales sonoras que tiene como fin proteger a la fauna de la zona, en concreto a una de las poblaciones más amenazadas: los linces.
Señal tradicional que alerta de la presencia de linces en la zona
Su funcionamiento es relativamente sencillo, pero al parecer muy eficaz. La señal de precaución linces dispone también de un sistema de infrarrojos que detecta la presencia de linces en la zona.
Así, cuando detecta la presencia de alguno pone en marcha un sistema de advertencia sonoro que por un lado da aviso al conductor del riesgo de atropello y por el otro asusta a los animales para que abandonen la carretera y vuelvan a zonas más protegidas.
Doble aviso
Las señales han sido presentadas por el consejero de movilidad Ramón Fernández-Pacheco. Según ha explicado, inicialmente las señales avisan al conductor mediante destellos, instantes después entran en funcionamiento las advertencias sonoras, que como hemos dicho tiene una doble finalidad: por un lado reforzar el mensaje de precaución a los conductores y por otro que el animal huya.
Los carteles de advertencia no pasan desapercibidos
Tras décadas de trabajo, se calcula la existencia de más de 1.000 ejemplares en España, la mitad de los cuales están en Andalucía. En la actualidad el animal está poblando zonas de las que había desaparecido hace más de medio siglo, como por ejemplo Granada.
La DGT sanciona desobedecer esta señal, al igual que el resto, con 200 euros y cuatro puntos del carnet de conducir, si bien si atropellamos un lince como consecuencia de ello nos pueden imputar incluso un delito castigado con entre seis meses y dos años de prisión.
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