¿Qué hace un motor diésel en mi Tesla?
Insólito
El increíble caso del Tesla Model S con motor diésel
Este sistema permite recorrer más de 2.500 kilómetros sin necesidad de repostar ni de recargar el coche
Dicen que habitualmente la realidad supera la ficción, y este caso no deja de ser un claro ejemplo. Cuando un cliente se compra uno de los coches eléctricos más vendidos en el mundo, en este caso un Tesla Model S, lo normal es que se lo compre por tratarse de un coche eléctrico, pues al fin y al cabo no deja de ser su principal signo de identidad.
Lo que nadie puede pensar es que a alguien se le pase por la cabeza la posibilidad de transformar un Tesla Model S en un coche de gasóleo. Pues bien, lejos de ser una fantasía se ha convertido en una realidad y cada vez más propietarios de Tesla deciden transformar su coche para que funcione con motores de combustible tradicionales.
¿Lo quieres gasolina o diésel?
Realmente el procedimiento no es exactamente así, pues el motor de combustible no sirve exactamente para mover el coche, sino que el motor instalado en el maletero hace las veces de generador de corriente eléctrica, lo que le permite recargar posteriormente la batería del automóvil.
Las transformaciones son realmente insólitas
De esta forma y en el caso concreto de esta transformación, el propietario confirma que le permite superar los 2.500 kilómetros sin recargar y sin repostar, distancia en la que ha invertido algo menos de 200 litros de combustible.
No sabemos por el momento si desde el punto de vista ECO esta solución estará bien vista por las autoridades, ni tampoco podemos conocer si el motor diésel del maletero se deja notar con fuerza en el interior como consecuencia de los humos que emite.
La única realidad es que consiste en una trasformación que nos permite hacer de nuestro coche eléctrico un híbrido enchufable de autonomía extendida que además nos permite recargar incluso cuando no disponemos de un punto de carga. Una solución ya explorada por otros fabricantes como Chevrolet o Mazda.