Luis del Río, fiscal jefe de Tráfico: «Los patinetes deberían tener seguro, pero un carnet específico es más espinoso»

Los nuevos vehículos de movilidad personal (VMP) han llegado para quedarse. Técnicamente se trata de vehículos de una o más ruedas dotados de una única plaza y propulsados por motores eléctricos que pueden alcanzar una velocidad entre los 6 y los 25 kilómetros por hora.

A día de hoy se han convertido en un problema importante para la seguridad vial, tanto que el Gobierno estaba trabajando sobre una nueva ley de movilidad que aclaraba su papel dentro del ecosistema de la movilidad en general, pero la convocatoria electoral adelantada la hizo saltar por los aires.

A la espera de la ley

Ahora deberemos esperar un mínimo de un año hasta la aprobación definitiva de la ley, que en el mejor de los casos debería regular su funcionamiento, para asegurar una correcta convivencia con el resto de vehículos que encontramos en la calzada.

Esta ley debe aclarar aspectos tan polémicos como si sus usuarios deben utilizar casco, tener carnet de conducir o un simple seguro. Elementos que a día de hoy no son obligatorios.

Luis del Río, fiscal general de Seguridad Vial desde el mes de marzo del año pasado, es uno de los principales interesados en su regulación, pues a día de hoy los accidentes en los que se ven involucrados han hecho elevar de nuevo los fallecidos en carretera.

Crecen los fallecidos

De acuerdo con datos de Cesvimap y de la Fundación Mapfre entre enero y agosto se han registrado nueve fallecidos en patinete en España, cifra que alcanzó los 13 en 2021.

Se trata de estadísticas aún muy poco elaboradas, pues se trata de un fenómeno tan nuevo que habitualmente se registran incidentes que quedan el margen y no se cuantifican dentro de la categoría de siniestro de tráfico.

–A medida que crecen los patinetes en la carretera: ¿Suponen un problema real en el ecosistema urbano?

–Suponen, por una parte, una forma de movilidad sostenible y, por lo tanto, algo positivo para las ciudades. Pero, por otra parte, también supone un nuevo vehículo que concurre con los restantes vehículos y usuarios en el uso de las calles de nuestras ciudades. Por ello, será necesaria la debida coordinación de todos los intervinientes.

–Las bicicletas eléctricas también forman parte de este ecosistema pero nadie las criminaliza hasta el punto de prohibirlas, tal y como ha ocurrido con los patinetes en alguna ciudad como París ¿Son un problema mayor que las bicicletas?

–Cada uno tiene su problemática específica pero quizás al ser un medio novedoso haga que nos cueste un poco más.

Todo parece indicar que los patinetes deberían estar asegurados para circular

–La cuestión de los atropellos es una de los que más preocupa a los usuarios vulnerables. ¿Son realmente un peligro para los peatones?

–Los vehículos de movilidad personal son muy vulnerables frente a los automóviles, autobuses, etc. Pero a su vez los peatones lo son ante ellos. Se trata como dije de conjugar adecuadamente todos los intereses en juego.

–Tal y como hemos comprobamos durante los años que llevan entre nosotros son peligrosos y pueden llegar causar fallecidos. ¿No debería estar asegurados?

–En principio, parece que así debería ser, pero vamos a esperar a ver como se regula finalmente la cuestión, que sé que no es fácil.

Aún es pronto para decir si es conveniente exigir un carnet específico para conducir un patinete, es un tema espinoso

–¿Y respecto a la posibilidad de que los conductores de este tipo de vehículos tengan que aprobar algún tipo de prueba para disponer de un carnet que habilite su conducción?

–Esa ya es una cuestión más espinosa sobre la que no hemos tenido ocasión de reflexionar suficientemente. Se trata de hacer compatible una movilidad más sostenible con la mayor seguridad posible para todos.

–Al final parece que la solución no pasa por su prohibición, menos aun cuando se trata de fomentar su utilización en las ciudades para reducir las emisiones. ¿Cuál es la solución para mejorar la convivencia con los coches?

–Respetar las normas de tráfico y conducir siempre con prudencia. Tener en cuenta que no es un juguete y si le damos un mal uso podemos ocasionar daños a otras personas o vehículos. Pero si se hacen bien las cosas no tiene por qué ser algo negativo, al contrario, como dije contribuye a la movilidad sostenible.