
Sanidad debería intervenir para eliminar estos colores tan apetecibles
Precaución
El líquido de tu coche que es dulce y parece un refresco pero es más peligroso que la lejía
Al menos una vez al año es obligado comprobar el nivel de este líquido que muchos guardamos en casa sin la menor precaución
Tal y como recomiendan páginas web de motor y expertos en mecánica en general, antes de la llegada del invierno es conveniente revisar el líquido refrigerante del coche.
Como su propio nombre indica, la función de este líquido es asegurar la adecuada refrigeración del propulsor, especialmente en verano, que es cuando hace más calor, lo que no quiere decir que no sea importante en invierno.
Verano e invierno
El problema es que en invierno las bajas temperaturas hacen que los líquidos del coche puedan congelarse, por eso se usa un tipo de refrigerante que gracias a diferentes productos químicos, fundamentalmente alcoholes, no se congela incluso a temperaturas bajo cero.

Los colores son extremadamente llamativos siempre para detectar fugas
Jamás agua
Si el líquido baja del nivel mínimo conviene rellenar con un líquido que compremos en la gasolinera, jamás agua, pues precisamente se congelaría en invierno generando una avería muy cara.

Comprobar el nivel suele ser rápido y sencillo
Se trata de un líquido muy barato y en general no deberíamos tener el menor problema con él. Eso si, cada dos años o 40.000 kilómetros conviene cambiarlo por completo, una operación que recomendamos hacer en taller, sobre todo porque ellos tienen la forma de deshacerse del líquido viejo de manera ecológica, pues no puede tirarse por el desagüe.
Toxico y potencialmente mortal
El anticongelante es un líquido extremadamente tóxico y puede provocar la muerte de una persona o de un animal si lo ingiere. Habitualmente se fabrica con colores brillantes y llamativos por si tenemos una fuga que localicemos rápidamente de qué líquido se trata, pero el problema no es sólo ese, sino que además sabe dulce, casi como una chuchería.
El anticongelante está fabricado a partir de un alcohol denominado etilenglicol, que es tóxico, inodoro y muy poco volátil. El problema es que el tipo de envases y su color puede provocar que los niños o las mascotas lo confundan con un refresco o similar y lo consuman animados por su sabor dulce.

Algunos envases parecen una bebida energética
De hecho aunque no es obligatorio, algunos fabricantes le añaden productos que le dan un sabor amargo.
Una borrachera muy peligrosa
Su consumo puede tener consecuencias muy graves que van desde la ceguera inicial hasta un fallo renal horas después de ingerirlo. El tratamiento más habitual es la diálisis de sangre y el uso de antídotos como el etanol, pero las consecuencias pueden ser muy graves, especialmente en niños y mascotas.
La intoxicación por este alcohol comienza con síntomas similares a una borrachera, 30 horas después, ya sin esos síntomas, aparecen otros mucho más peligrosos como hiperventilación o ritmo cardíaco acelerado y arritmias, seguido de un fallo renal generalizado.