Zonas de Bajas Emisiones
Las Zonas de Bajas Emisiones de Madrid entraron en funcionamiento el año pasado, si bien su implantación ha tenido lugar de forma progresiva, no tanto por sus limitaciones, que han afectado desde el primer día a los coches sin etiqueta (aunque con excepciones) como por sus multas.
Para ello, el Consistorio madrileño ha llevado a cabo un despliegue de 460 cámaras de control en todo el municipio de la capital, sobre las que recaerá la responsabilidad de controlar las matrículas de los coches para conocer su etiqueta y enviarle a su casa una sanción en caso de ser pertinente.
Tal y como establecen diferentes sentencias judiciales, este tipo de aparatos requieren de un plazo inicial informativo, durante el cual no deben multar a los conductores, sino que deben informarles de su infracción. Este periodo es de obligada aplicación tanto para radares como para cualquier tipo de cámara de estas características.
Como consecuencia de ello el Ayuntamiento de Madrid confirmó la existencia de un periodo de pruebas de seis meses en la aplicación de las sanciones, tal y como recoge el artículo 242 de la Ordenanza de Movilidad Sostenible.
Lógicamente el Ayuntamiento desplegó inicialmente las cámaras de control ubicadas en el interior de la M-30, cuyo período de pruebas de seis meses terminó hace ya tiempo, por lo que hace ya meses que multan con normalidad, no ocurre lo mismo con las cámaras de la propia M-30, cuyo período de pruebas termina en 14 de enero.
Tal y como es conocido Madrid ha ampliado su Zona de Bajas Emisiones a todo el municipio el 1 de enero, lo que quiere decir la almendra central y todos los barrios de la capital.
Para controlar este área el Ayuntamiento realizó un segundo despliegue de 257 cámaras, que se encuentran actualmente en funcionamiento pero en fase de pruebas, tal y como ocurrió con las primeras.
Durante este período de pruebas los propietarios de los coches que circulen ilegalmente por la capital recibirán en su casa una carta notificándole su infracción, que no tendrá carácter de sanción. De hecho estos nuevos radares no cumplen el plazo hasta el 1 de julio de 2024, fecha a partir de la cual multarán.
Lo que no parece muy justo es que tal y como explica el propio Ayuntamiento, sólo los coche sin etiqueta que sean sorprendidos por una cámara pueden acogerse a esta prórroga, mientras que los vehículos que sean sorprendidos por un agente serán sancionados y notificados in situ.
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