Estudio
La llegada de la electrificación a las calles ha removido los cimientos de la automoción tal y como lo conocíamos, no sólo cambia la compra del vehículo, sino que la relación diaria de los compradores con los automóviles es distinta.
En este caso términos como la velocidad de carga, la autonomía o las actualizaciones de software van a pasar a formar parte del vocabulario automovilístico de todos los conductores.
Conviene tener en cuenta que los coches eléctricos son demasiado nuevos y que todas las estadísticas que los rodean están menos consolidadas que los coches de combustión, por lo que conviene tomar las cifras con alfileres.
En este caso la consultora Consumer Reports, que pasa por ser una de las más fiables en todo el mundo de materia de consumidores, lanza un estudio un tanto sorprendente en materia de fiabilidad, un aspecto en el que los coches eléctricos vienen precedidos por una fama mejor que la de los vehículos con motor de combustión.
En este caso el estudio ha sido realizado sobre 300.000 vehículos entre los años 2020 y 2024 y la principal consecuencia indica que los vehículos eléctricos tienen hasta un 79 % más de probabilidades de averiarse que los vehículos de combustible.
Se trata de un dato que desmonta uno sus principales argumentos comerciales, su bajo mantenimiento y su fiabilidad absoluta.
Pero los resultados del estudio son aún peores para los coches híbridos enchufables e híbridos convencionales, pues tienen hasta un 129 % más de probabilidades de averiarse.
En este caso la propia asociación de consumidores indica que en tecnologías tan novedosas como son los coches eléctricos es habitual que los resultados en materia de calidad les sean negativos, pues se trata en muchos casos de mecánicas proco probadas en las que el uso cotidiano hace aflorar sus debilidades.
En los coches eléctricos muchos de los problemas están relacionados con el software, no en vano este tipo de automóviles no dejan de ser verdaderos ordenadores con ruedas, la diferencia es que un ordenador doméstico simplemente se reinicia, mientras que un coche eléctrico se para por seguridad.
Aunque tal y como señalan algunos fabricantes de coches eléctricos la mayor parte de estas averías pueden solucionarse mediante actualizaciones de programación over the air (OTA) sin necesidad de pasar por un taller.
En el caso de los coches híbridos el problema es que la complejidad mecánica se duplica, lo que significa que las posibilidades de tener una avería se multiplican, pues estos coches no dejan de llevar dos motores, para lo bueno y para lo malo.
El responsable de automóviles de Consumer Reports, Mr. Sisher, justifica estos resultados diciendo que «cuanto más tiempo esté en producción un vehículo o una tecnología, más errores se solucionarán».
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