La legislación de Bruselas en materia de emisiones tiene muchas lagunas
Electrificación
El error legislativo de la Unión Europea que puede aumentar el número de vehículos diésel
La politización de la industria del automóvil está provocando que algunas de las medidas se tomen de forma precipitada y sin el asesoramiento necesario
Hace tiempo que el problema de la movilidad dentro de la Unión Europea se ha politizado, lo que ha provocado que en ocasiones las decisiones referentes a los coches y a sus conductores se tomen más pensando en unos colores que en los protagonistas de la automoción europea, que son las marcas y los usuarios.
Los políticos llevan a cabo determinadas regulaciones que, cuando llegan a manos de los profesionales, se demuestra no solo que son ineficaces, sino que pueden provocar el efecto contrario al buscado.
Poco meditadas
Es lo que ocurre con la obligada electrificación de los vehículos y, más concretamente de los camiones, un tipo de vehículos de escasa funcionalidad si se electrifican tal y como son ahora, pues sus límites de peso provoca que su autonomía sea muy reducida, lo que los hace casi inservibles.
Pepsico lleva tiempo usando camiones eléctricos Tesla
Tal y como se demostró en Estados Unidos, más concretamente en los camiones Tesla del Grupo Pepsico, cuando estos vehículos trasladan bolsas de patatas de la marca Lays (bajo peso) no tienen problemas, pero cuando llevan refrescos ven reducida su autonomía a la mínima expresión.
Precipitación europea
Las autoridades europeas han tramitado una ley que aumenta el límite de peso para los camiones hasta las 44 toneladas, cuatro más que en la actualidad. Un diferencial de peso que debería permitirles cargar con más baterías para incrementar la autonomía.
La electrificación del transporte, todo un reto en Europa
El problema es que los camiones diésel también se verán afectados por esta nueva normativa, lo que va a permitir un incremento en la capacidad de carga de los camiones movidos por motores de combustión de toda la vida, algo que tal y como denuncia la organización Transport & Environment supone una ventaja clarísima para este tipo de vehículos que Bruselas quiere eliminar de las carreteras.
Transport & Environment solicita que esta medida afecte a los vehículos de transporte cero emisiones, pues de lo contrario lo que se va a conseguir es que se vendan más vehículos diésel.
Del mismo modo, la asociación pide una regulación única para el uso de los camiones extra largos gigaliners, que también podrían poner en riesgo la electrificación.
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