Los sensores de aparcamiento han facilitado mucho la maniobra
Maniobras
Las situaciones en las que los sensores de aparcamiento te engañan y no puedes fiarte de ellos
Los sensores de proximidad evitan pequeños toques y roces de aparcamiento, aunque en algunas situaciones su funcionamiento deja mucho que desear
Aunque parezca mentira, los sensores de aparcamiento fueron inventados por un ingeniero alemán en los años 70, aunque no fue hasta los 80 cuando pudieron verse en el mercado por primera vez, en concreto en un Mercedes.
En este caso usaban la lente de enfoque de una cámara de la marca Polaroid, lo que permitía que el conductor pudiera saber con cierta precisión la distancia a la que se encuentra otro coche o una pared durante la maniobra de aparcamiento.
Como los murciélagos
Posteriormente, aún en los 80, el sistema evolucionó hacia los sensores ultrasónicos tal y como los conocemos hoy en día, un mecanismo muy similar al que usan los murciélagos, que permite saber con mucha precisión la distancia a determinados obstáculos como pueden ser otros vehículos o la pared.
Los sensores de proximidad emiten ondas y las reciben para saber la distancia
Este sistema se homologó a finales de los 80 y básicamente es muy parecido al que se usa hoy en día, aunque lógicamente ha ganado en precisión de funcionamiento.
En evolución
Posteriormente, ya en los 90, se homologó un sistema electromagnético que también se usa en la actualidad y permite conocer con mayor precisión la distancia a un obstáculo, la mayor ventaja de este sistema es que evita los sensores circulares en los paragolpes que sí usan los ultrasónicos.
En ambos casos el sistema avisa con pitidos que se vuelven más intensos y rápido conforme nos acercamos al objeto, similar a la monitorización cardíaca de los hospitales. Incluso muchos coches distinguen entre los altavoces delanteros y traseros, de manera que puede indicarte dónde se encuentra el obstáculo que pone en peligro la integridad de tu coche.
El sistema suele completarse con cámara de aparcamiento
En determinadas ocasiones estos sistemas no funcionan correctamente, por ejemplo cuando llueve es habitual que el agua acumulada en los sensores provoque errores en las mediciones de distancia.
Del mismo modo hay que tener mucho cuidado porque sólo mide la distancia del paragolpes al objeto, con lo cual si hay un objeto a media altura tampoco lo detectará.
Este sistema indica la distancia al objeto en cuestión
Por último, es habitual que en atascos y situaciones similares el coche pite constantemente al detectar que el coche de detrás se acerca demasiado o nosotros al de delante.
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